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Cuando la ultraderecha es la única opción

4 de septiembre de 2002

La película alemana ‘Führer Ex’, presentada en la sección de competencia del Festival de Cine de Venecia, se inspira en la vida de un neonazi para retratar una generación atrapada en el extremismo.

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Escena de la película „Führer Ex“.Imagen: presse

La película refleja un pedazo de la compleja historia alemana. 'Führer Ex', del alemán Winfried Bonengel compite en Venecia por el León de Oro, y muestra de manera cruda y brutal, los efectos negativos de la intolerancia política. Basada en la vida de un joven jerarca del movimiento neonazi de la Alemania unificada, Ingo Hasselbach, la cinta echa una mirada retrospectiva a la generación que vivió el comunismo de la Alemania del Este y que aspira la libertad.

"Cuando conocí a Ingo Hasselbach en 1991, todo el concepto que tenía sobre el mundo neo-nazi quedó hecho polvo -dice Bonengel en entrevista exclusiva a DW-online- Hasselbach era inteligente, sensible e incluso atractivo, así que yo me preguntaba: ¿como puede alguien como él convertirse en neo-nazi? En 1992 hice una película sobre Hasselbach, tras lo cual surgió una buena amistad. Para él fue la tabla de salvación que le permitió salir de ese ambiente".

"Oficio neonazi"

Aquel largometraje, titulado "oficio neonazi", le cosechó fuertes críticas al joven cineasta. Se le acusó de no haber mantenido la necesaria distancia al retratar al militante ultraderechista.

Incluso el semanario alemán "Der Spiegel", calificó la cinta como publicidad para la causa marrón (lo que hace alusión al color de los uniformes de la soldadesca de Hitler). El entonces presidente del Consejo Central de los judíos, Ignatz Bubis, pidió que fuera prohibida la cinta.

"Führer Ex"

La nueva película de Bonengel, quien hasta ahora ha preferido el género documental, narra las peripecias de Heiko y Tommy, dos jóvenes de la Alemania del Este que sueñan con huír a occidente. Un buen día desaparece uno de ellos (Tommy) y vuelve con tatuajes neonazis en el brazo. Cuando ambos escapan del régimen comunista en 1986, poco antes de la caída del muro de Berlín, el intento acaba frustrado con ambos en la cárcel.

Heiko es violado y gracias a la oportuna ayuda de Tommy y sus aguerridos amigos neonazis, es rescatado de una muerte segura. El destino separa a los amigos y cuando vuelven a encontrarse en 1990 en Berlín occidental, Heiko se ha convertido en un duro militante ultraderechista. Tommy quien escapó a occidente, ha logrado superar su pasado neonazi e intenta ayudar a su amigo a salir de ése ambiente, que entre tanto considera equivocado.

Se inspira en ex-criminales nazis

El difícil intento de Winfried Bonengels, de llevar a la pantalla grande el tema neonazi en Alemania ha sido recibido con una nueva controversia en los medios de comunicación. El diario conservador 'Frankfurter Allgemeine Zeitung', afirma que en la cinta el espectador se entera más de la ideología neonazi, que de la retórica de sus verdaderos protagonistas. El cineasta subraya que su objetivo primordial era mostrar la trágica situación que no permite a los adolescentes otra opción que no sea la ultraderecha. "Me interesaba en primer término mostrar la biografía de personajes reales", afirma.

El director añade que "durante el proceso de documentación para rodar la cinta, conocí a ex-criminales nazis, cuyas historias me sirvieron para orientarme. También ellos habían estado en la cárcel y tuvieron influencia sobre jóvenes. Eso fue para mí un espanto, el constatar que en la antigüa RDA, la gente inocente estuviera refundida en prisión, junto con criminales de semejante calibre.

El fenómeno afecta a toda Europa

Bonengel afirma que la película se basa en un 60% en encuentros y aspectos reales. "Es un retrato fidedigno de la situación en Alemania, que narra, de una manera sensible y con sentido del humor, como jóvenes ‘inocentes’ pueden convertirse en neonazis", dice, y advierte: "éste no es un problema exclusivamente alemán, ultraderechistas los hay en todas partes. En Francia, Le Penn alcanzó un 20% de los votos, lo que acabó expulsando a la izquierda de Jospin. En Austria está Haider, quien defiende contenidos xenófobos y neonazis. El fenómeno de la ultraderecha lo hay en toda Europa".