Los alemanes quieren abandonar cuanto antes la energía atómica. Desde la catástrofe nuclear de Fukushima la mayoría de los alemanes tampoco tolera ya la existencia de centrales nucleares en su propio país. La confianza se desvaneció. Ahora la coalición de gobierno conservadora y liberal intenta agradar al pueblo: La era de las energías renovables debe comenzar en Alemania, y eso cuanto antes.
Los costes son elevados: Se trata de miles de millones de euros. Esto ya está claro. Pero aún se desconocen cifras concretas y tampoco se sabe quién pagará esta suma multimillonaria. ¿El Estado, los consorcios energéticos o el consumidor?
Aún cuando se hubiera solucionado este problema, tampoco se habría avanzado mucho: la ampliación de las energías renovables también encuentra grandes resistencias. Por ejemplo para transportar la energía eólica del Norte de Alemania al Sur del país habría que construir centenares de kilómetros de trazado eléctrico. Pero nadie quiere que este trazado pase por su territorio.
Para compensar este déficit energético habría que comprar energía eléctrica al extranjero. Se trataría de electricidad generada en centrales nucleares en Francia o Chequia. Esto tampoco sería un abandono verdadero de la energía atómica.
¿Qué opina Usted? La alternativa alemana - ¿es posible el adiós a la energía nuclear?
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Enrique Müller – Tras finalizar su formación profesional, el periodista fue varios años corresponsal en México. Actualmente es corresponsal en Alemania para el periódico español El Correo. Müller vive y trabaja en Berlín.
Roland Pichler – Este periodista trabaja como corresponsal de temas económicos en la oficina berlinesa del diario Stuttgarter Zeitung. Estudia periodismo en Múnich y, tras finalizar sus estudios sobre economía y política, se traslada a Argentina. Principalmente se ocupa de temas de política económica y financiera así como de otros temas económicos internacionales.
Maritta Tkalec - Tras sus estudios universitarios centrados en Latinoamérica, Maritta Tkalec ejerció como traductora en varios países africanos, entre ellos Angola y Mozambique. Comenzó en esa época a escribir para el diario Berliner Zeitung sobre asuntos africanos. Desde 1983 trabaja para la sección internacional del periódico berlinés y se ocupa de temas relacionados con países en vías de desarrollo y medio ambiente.