¿Cuál debería ser el papel de Alemania en el mundo?

A la luz de las crecientes expectativas puestas en Alemania en todo el mundo, los partidos en el Parlamento querían saber qué piensa la gente común sobre el papel del país en los asuntos mundiales.

Entonces los ciudadanos fueron invitados a postularse para participar en debates en línea. En total, se seleccionaron 154 personas por edad, sexo, educación, origen étnico y lugar de residencia. Como resultado, según la organización Mehr Demokratie (Más Democracia), que organizó las discusiones, se creó un consejo que "reflejaba la población de Alemania" con la mayor precisión posible.

Los miembros del consejo ciudadano recibieron información detallada de un panel de más de 40 especialistas, con la que se delinearon los pros y contras de los problemas y las soluciones, a la vez que se proporcionó una base sobre la cual los participantes pudieron formular sus propias opiniones.

Imme Scholz, subdirector del Instituto Alemán de Desarrollo (DIE, por sus siglas en alemán) y uno de los especialistas, dijo que los participantes eran expertos en el manejo de asuntos de política exterior. "Los ciudadanos a menudo son mucho más avanzados de lo que piensan los políticos", indica.

Participantes como Daniel Betz, consultor clínico de 52 años, confirmaron el análisis de Scholz. Al principio, cuando recibió su invitación para participar, se sintió algo intimidado. Pero tras unas pocas sesiones, señaló que "fue genial asimilar toda la información y pensar en los problemas por mí mismo".

Amplio apoyo

Mehr Demokratie encontró un partidario dispuesto en Wolfgang Schäuble, el presidente del Parlamento alemán. "Estoy emocionado por saber qué ideas se le ocurren al consejo de ciudadanos", manifestó Schäuble en el lanzamiento del proyecto a finales de 2020.

El líder político tiene ahora una respuesta. El consejo de ciudadanos llegó a la conclusión de que Alemania debería ser más abierta y asertiva en la defensa de sus valores en el mundo exterior, y la mayoría cree que el país debería hablar más alto y más claro sobre los abusos a los derechos humanos y las violaciones del Estado de derecho, especialmente en lo que respecta a Turquía y China.

"Queremos más coraje, sin preocuparnos demasiado por la política del día a día y las limitaciones y consideraciones de la vida real", apuntó la estudiante de secundaria de 17 años Elisabeth Grützmacher al describir su punto de vista, compartido por muchos otros miembros del consejo. "Queríamos promover un enfoque diferente y una postura más clara", agregó Charlotte Volkert, una trabajadora social de 35 años.

¿Más dinero para defensa?

Las discusiones más intensas y las opiniones más diversas se centraron en los temas de comercio y paz y seguridad. El consejo abordó interrogantes sobre la transparencia del modelo económico de Alemania o cómo Alemania debería identificarse al participar en misiones internacionales de apoyo a la paz.

El caso de la financiación de la OTAN es un ejemplo. En respuesta a la presión de Estados Unidos en los últimos años, Alemania acordó como miembro de la OTAN dedicar el 2 por ciento de su PIB al gasto en defensa. Algunos miembros del consejo pensaron que Alemania debería cumplir su palabra, mientras que otros sostuvieron que el dinero se invertiría mejor en las instituciones de la ONU que están crónicamente subfinanciadas. El consejo finalmente propuso dar más apoyo a la ONU y deducir esos gastos del presupuesto de defensa.

El consejo también examinó la sugerencia de que Alemania se retire por completo de las misiones militares internacionales para centrarse en tareas civiles. Una comparación de misiones militares y civiles reveló que es más probable que los esfuerzos humanitarios den lugar a la paz. Sin embargo, los participantes se mostraron reacios a rechazar por completo el enfoque militar, porque sería ingenuo pensar que todos los conflictos pueden resolverse pacíficamente.

En última instancia, el consejo recomendó una mejora en la calidad de los recursos militares, en lugar de un aumento en el número de misiones militares. También propuso que las tropas alemanas reciban más capacitación sobre las culturas locales en los lugares donde están apostadas y que el ejército renuncie al uso de armas autónomas como drones.

A pesar de algunas diferencias, los participantes se esforzaron por producir acuerdos que la mayoría pudiera apoyar. "Los ciudadanos fueron muy prácticos y respetuosos entre sí", dijo Scholz.

"Probamos una auténtica muestra de la democracia", expresó por su parte Grützmacher. (rr/dzc)