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Colombia.UE: "Que no se dé marcha atrás"

Mirra Banchón
18 de septiembre de 2019

El anuncio de un grupo de disidente de las FARC de retomar las armas se suma a otras señales amenazantes para ese proceso de paz que tanto significa para el país. La Eurocámara reaccionó esta semana.

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EU-Parlament - Kolumbien
Imagen: DW/M. Banchón

 "No podemos dejar que en el proceso de paz de Colombia se dé marcha atrás”, dijo a DW Isabel Santos, eurodiputada portuguesa, del bloque socialdemócrata. Santos,  miembro de la Asamblea Euro-Latinoamericana (Eurolat), comparte la opinión de la  mayoría de la Eurocámara: el apoyo europeo a la paz colombiana es incuestionable.

No obstante, "estamos muy preocupados por el anuncio de los disidentes de las FARC en cuanto a su retorno a la lucha armada. Sería un retroceso irreparable, podría llegar a tener dimensiones absolutamente trágicas para todos. Nuestro llamado es a la población, a mantenerse unida exigiendo la implementación del acuerdo de paz”, afirma Santos.

"Nos preocupan también algunas actitudes del gobierno que dejan dudas en cuanto a su firmeza en la aplicación de los acuerdos”, sigue Santos. Las muestras de una voluntad a medias –para muchos, no para todos- serían: las trabas a la implementación de la Justicia Especial para la Paz,  la falta de garantías para los líderes sociales y su masivo asesinato, la lenta  incorporación a la vida política y social de los excombatientes. También la ausencia de medidas para el desmantelamiento del paramilitarismo. 

"A la vez que apoyamos a Colombia, hacemos un llamado muy decidido al gobierno para una clara y rápida implementación de todo lo que está acordado”, sigue Santos.

Venezuela omnipresente

¿De "todo” lo acordado en La Habana? Este es el punto que marca límites en la Eurocámara: para José Ramón Bauzá -eurodiputado del bloque liberal y del "Ciudadanos” español- "la seguridad y el bienestar del país hermano” es una prioridad, pero la memoria también. En su opinión, el proceso de paz no puede pasar por "blanquear a terroristas” que habrían firmado su rendición. 

Otros, como Hermann Tertsch, eurodiputado de uno de los bloques más a la derecha de la Eurocámara y miembros del español "Vox”, no tanto el cumplimiento de todo lo acordado, sino "la presión sobre Venezuela y Cuba es lo fundamental para la paz de Colombia”.  Para Leopoldo López Gil, eurodiputado del bloque conservador de origen venezolano, es Venezuela quien ofrece apoyo a la disidencia y el origen de la crisis migratoria de la región. "La UE debe implicarse más”, opina López.

EU Isabel Santos
Isabel Santos, eurodiputada portuguesa, miembro de la Asamblea Euro-Latinoamericana (Eurolat)Imagen: European Union 2019/C. Creutz

¿Más fondos?

¿Implicarse más significa más fondos? Adicionalmente al fondo fiduciario para la implementación de los acuerdos, en su reciente visita al país, Federica Mogherini, la Alta Representante para la Política Exterior de la UE, anunció 30 millones de euros para la crisis migratoria y 4,5 millones para apoyar la implementación de la Comisión de la Verdad y otros, aún por aprobarse, para apoyar la Justicia Especial para la Paz.

A este respecto, Santos opina: "Debe evaluarse primero la situación, hay que ver si, de hecho, son necesarios más fondos o si más bien se trata de mejorar su aplicación. Hay que hacer una reflexión y una evaluación. Después, si es necesario,  tenemos que invertir.

En este sentido argumenta también Izaskun Bilbao -del bloque liberal en la Eurocámara y del Partido Nacionalista Vasco-  resaltando la carencia actual de medidas adecuadas  y la necesidad de investigación y de un verdadero diagnóstico del problema social.

Momento clave

"Es el momento de redoblar esfuerzos, de mostrar un compromiso sincero con la implementación de los acuerdos”, recalca Bilbao, quien desde hace tres legislaturas sigue las relaciones con los países andinos y América Latina en general. 

"No puede ocurrir que se vuelva a la demoledora situación que se ha vivido durante más de cincuenta años”, dice Santos, sumándose al pedido de una renovación del mandato para un "enviado especial para la paz en Colombia”. Esta función la asumió hasta hace poco Eamon Gilmore, actual representante de Derechos Humanos de la Unión. 

"Veo bien que en esta fase turbulenta e inestable haya una permanencia de un representante de la UE en los territorios. No podemos dejar que se dé marcha atrás”, concluye.