La Guajira colombiana es una zona de bosque seco tropical rica en carbón térmico. Durante décadas, la extracción de carbón ha tenido un impacto nocivo en las comunidades aledañas, representadas principalmente por indígenas wayuu y campesinos. La guerra en Ucrania ha aumentado el interés europeo en el carbón térmico colombiano, lo que a su vez abre el debate sobre el costo humano que tiene.