Lufthansa continúa librando una lucha de precios contra sus competidores. A tal efecto la aerolínea alemana está sumida en una reestructuración. En este contexto ya transfirió a su filial de bajo coste, Germanwings, una gran parte de sus vuelos domésticos. Los costes de esta transformación se vieron reflejados en las pérdidas mostradas en su balance semestral.