Kiev y Moscú se acusan mutuamente de poner en peligro la mayor central nuclear de Europa. Las tropas rusas tomaron el control de la planta en marzo, poco después del inicio de la invasión. A principios de esta semana, el organismo de control nuclear de Naciones Unidas solicitó el acceso a la planta, porque cualquier accidente podría tener consecuencias catastróficas.