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Las interfaces cerebro-computador permiten a los humanos interactuar directamente con los ordenadores, y resultan muy útiles en el campo de la medicina. Un ejemplo: controlar prótesis con el poder de la mente.
El avance muestra la promesa de la comunicación a través de un sistema de escritura virtual para personas que han perdido prácticamente todo movimiento físico independiente.
Por primera vez, un par de microchips cerebrales permite a personas con "pseudocomas" comunicar lo que quieran al poder deletrear sus pensamientos: "Amo a mi hijo buena onda".
A través de un dispositivo que decodifica las ondas cerebrales, un hombre totalmente paralítico fue capaz de comunicarse exitosamente a través de frases que se iban proyectando en un computador.