En Estados Unidos, sentencias judiciales contradictorias han sembrado la incertidumbre sobre el acceso a una de las dos píldoras que existen para abortar. Durante 20 años estuvo disponible el mifepristona en todo el país. Pero un juez de Texas suspendió su aprobación y poco después otro juez, del estado de Washington , ordenó que se mantenga el fármaco en el mercado.