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Bangladesh: una isla para los refugiados rohinyá

Naomi Conrad | Arafatul Islam | Stefan Czimmek
3 de septiembre de 2019

Bangladesh fue aplaudido en 2017 por acoger a decenas de miles de musulmanes perseguidos en su Birmania natal. Hoy es criticado por sus planes de reubicarlos en Thengar Char, un islote incipiente de dudosa estabilidad.

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Más de un millón de refugiados rohinyá podrían ser trasladados a la isla de Thengar Char.
Más de un millón de refugiados rohinyá podrían ser trasladados a la isla de Thengar Char.Imagen: DW/N. Conrad

El Bazar de Cox es la ciudad turística por excelencia de Bangladesh. Con 120 kilómetros de longitud, su playa es conocida internacionalmente como la más larga del mundo. Pero desde que militares, policías y civiles de la vecina Birmania, de mayoría budista, comenzaron a perseguir a la minoría musulmana rohinyá -masacrando a sus hombres, violando a sus mujeres y destruyendo sus viviendas y sus medios de subsistencia-, el Bazar de Cox se ha convertido en un refugio para buena parte de los desplazados. En 2017, huyendo de lo que las Naciones Unidas describen como una “limpieza étnica”, 730.000 de ellos cruzaron la frontera en poco tiempo.

Aunque Bangladesh fue aplaudido por recibirlos, su Gobierno se percató tempranamente de que sus limitaciones materiales no le permitirían acogerlos indefinidamente sin que la población local -casi 168 millones de habitantes- se resintiera. Además, el hecho de que los rohinyá birmanos compartieran la lengua, la etnia y la religión predominantes en la sociedad receptora no impidió que surgieran fricciones entre los huéspedes y los anfitriones. “Los rohinyá nos causan problemas. Nuestros compatriotas son asesinados una y otra vez; no podemos permitir que eso siga pasando”, dice Abul Kalam Abdul Momen en entrevista con DW.

Momen es el ministro de Exteriores bangladesí. “Debemos velar por la ley y el orden. Para lograrlo, quizás debamos forzar la reubicación de los rohinyá”, agregó el funcionario, recordando que los esfuerzos por repatriarlos fracasaron ante la imposibilidad de garantizar su seguridad en su Birmania natal. Thengar Char –“isla flotante” en el idioma de los lugareños– es un cayo desierto surgido de los sedimentos provenientes de la costa bangladesí en el transcurso de los últimos dos o tres lustros. Ubicado a treinta kilómetros del Bazar de Cox, ese es el lugar donde el Ejecutivo quiere reasentar a los refugiados, así sea contra su voluntad.

Rohingya Camp Süd Blangladesch
DW es el primer medio occidental en visitar el complejo construido para albergar a 100.000 rohinyás en Thengar Char.Imagen: DW/N. Conrad

“Paraíso inolvidable”

DW es el primer medio occidental en visitar el complejo construido para albergar a 100.000 rohinyás en Thengar Char. Acompañados por oficiales de la Marina bangladesí, sus reporteros recorrieron largas hileras de casas pequeñas de concreto y acero. Grupos de cuatro viviendas se yerguen en torno a un patio y un estanque. En cada casa hay dieciséis habitaciones amplias, dos cocinas y dos baños con sus respectivas duchas y retretes. Cada habitación tiene espacio para cuatro personas. Parte de su electricidad es provista por paneles fotovoltaicos instalados en los techos. Los marines bangladesíes subrayan que la seguridad estará garantizada.

La decisión de convertir Thengar Char en una colonia de refugiados ya había sido tomada en 2015, pero el intenso flujo migratorio de 2017 apresuró la puesta en marcha de ese plan. Las obras de construcción comenzaron en la primera mitad de 2018 y se espera que terminen pronto. El diseñador de este asentamiento, cuyo costo ya asciende a aproximadamente 248 millones de euros, es el arquitecto Ahmed Mukta. Él está convencido de que la ciudadela de Thengar Char será percibida como un “paraíso” por los rohinyás. “Les estamos ofreciendo algo que no olvidarán hasta el final de sus vidas”, dice Mukta al hablar con DW.

A los bungalós se suman 120 edificios de cuatro pisos capaces de soportar vientos de hasta 260 kilómetros por hora; el estudio de arquitectura de Mukta se ha hecho un nombre en Bangladesh especializándose en el levantamiento de estructuras a prueba de tormentas. Los edificios en cuestión han sido concebidos para albergar hospitales, escuelas, centros sociales y las habitaciones de trabajadores de organizaciones humanitarias. Mukta sostiene que el complejo arquitectónico podría expandirse para terminar acogiendo a 400.000 personas. La Marina calcula que puede llevar a medio millar de refugiados a la isla diariamente.

Bangladesch Geplante Umverlegung der geflüchteten Rohingya nach Bhasan Char
Por maravillosa que suene la descripción de la vida en Thengar Char, los rohinyás se niegan rotundamente a ser reubicados.Imagen: DW/A. Islam

Refugiados renuentes 

Por maravillosa que suene la descripción de la vida en Thengar Char y por muy hacinados que hoy se encuentren en el Bazar de Cox -el campamento de Kutupalong es el campo de refugiados más grande del mundo-, los rohinyás se niegan rotundamente a ser reubicados. El calor llega a ser insoportable en Kutupalong, el riesgo de que ese asentamiento sea destruido por un deslizamiento de tierra es grande y sus habitantes deben lidiar a diario con violencia y crímenes. No obstante, ellos prefieren vivir allí que literalmente aislados en Thengar Char. La posibilidad de que ese cayo se inunde es otro de sus argumentos en contra de la reubicación.

Especialistas consultados por DW comparten esa reserva. Nuevas islas surgen todo el tiempo en la bahía de Bengala, pero no todas pueden soportar las mareas y las tormentas de la zona. Y el cayo de Thengar Char es uno de talante frágil. A eso se suman factores como las secuelas climáticas del calentamiento global, el creciente número de ciclones en circulación y el ascenso del nivel del mar. Un hombre que hace negocios llevándole comida a los obreros que trabajan en Thengar Char jura que más de una vez ha temido por su vida al intentar llegar al islote cuando la marea está alta, y las aguas, intranquilas.

La ONU es la instancia que financia la ayuda humanitaria recibida por los rohinyás. No está claro que el Gobierno bangladesí pueda reubicar a los refugiados si las Naciones Unidas no respaldan ese plan.

(erc/cp)

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