Ayuda alemana contra la corrupción y el crimen en México

Hablar con la sociedad civil es importante porque es la única manera de obtener una imagen fidedigna de la realidad social. Es parte del credo de los ministros alemanes de Exteriores cuando viajan a otros países. Y esto a veces puede ser un problema, como ocurrió recientemente en Israel, cuando el primer ministro Benjamin Netanjahu canceló su reunión con el titular alemán de Exteriores, Sigmar Gabriel, porque este quiso intercambiar con representantes de organizaciones incómodas para el gobierno israelí.

En Ciudad de México, Gabriel tuvo un desayuno de trabajo con activistas de derechos humanos, académicos y representantes de los medios de comunicación, entre los que estuvo la reconocida periodista Carmen Aristegui. Ella informa regularmente sobre escándalos políticos y violaciones de los derechos humanos, algo que, en México, implica peligro de muerte.

Desde principios de año, seis periodistas han sido asesinados en este país. Pocos países en el mundo son tan peligrosos para quienes trabajan en la prensa: México se sitúa en el puesto 147 de la lista de Reporteros sin Fronteras, que estudia 180 países. Detrás de los asesinatos está el crimen organizado, a veces conectado con la propia policía y con políticos corruptos. Los asesinatos de periodistas casi nunca son resueltos.

Ofrecer ayuda, aceptar la ayuda

Periodistas y editores protestan contra esta situación desde hace mucho. Se sienten como en una veda abierta. Así que el desayuno entre Gabriel y Aristegui sobrepasa el contenido meramente informativo. "Veo la reunión con el canciller alemán como un símbolo de solidaridad, espero tener más apoyo de Alemania", dice la periodista a DW.

Y parece que su esperanza tendrá eco. Justo tras el encuentro, Gabriel ha anunciado que Alemania prestará apoyo para acoger más periodistas mexicanos y otorgará ayuda financiera para echar una mano a las familias de los reporteros asesinados. "Estoy dispuesto a hacerlo personalmente", ha dicho Gabriel, quien también ofrece ayuda y asesoramiento al Gobierno mexicano. "México tiene todas las herramientas legales para combatir la corrupción y el crimen organizado", insistió el ministro alemán de Exteriores ante su homólogo, Luis Videgaray: "Queremos ayudar a que se apliquen las leyes".

El gobierno de México está listo para aceptar ese apoyo. Tras la reunión, Videgaray habló abiertamente sobre los problemas a que se enfrenta su país: "Nuestro presidente se ha sentado con los gobernadores para abordar la lucha contra estos actos, finalmente no sólo a nivel federal, sino también a nivel regional, hasta llegar a los municipios". Y el ministro de Exteriores alemán valora la reacción del Ejecutivo mexicano a su ofrecimiento: "No es habitual que un estado soberano permita apoyo extranjero en derechos humanos, sin rechazarlo como una injerencia en sus asuntos internos".

Seguridad y bienestar

Llegado el momento, Gabriel no olvida enlazar otro tema central en su agenda: las relaciones económicas mutuas. Para el clima de inversión, la seguridad en el país desempeña un papel importante. Promover inversiones solo en las zonas seguras de México no contribuiría a que la prosperidad y el bienestar alcancen a más mexicanos. Alemania está actualmente en el sexto lugar entre los inversores internacionales en México. Así que tiene espacio para crecer.