Los datos personales se denominan ya ʺel petróleo del siglo XXIʺ. Nuestro paso por la red deja huellas y quien las almacena, tiene el poder. Gigantes como Amazon sacan partido a esta lluvia de datos, que los servicios secretos emplean con fines de vigilancia. Revisamos los últimos libros sobre las repercusiones y los límites de este fenómeno.