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Australia: inmigrantes se niegan a abandonar refugio

2 de noviembre de 2017

Cientos de refugiados se afferran a las instalaciones porque temen por su seguridad. La ONU exigió a Australia poner fin a la situación en la isla de Manus, que catalogó como una crisis humanitaria.

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Papua New Guinea Manus Flüchtlingslager Protest
Refugiados en el recinto de Manus protestan por su situación, foto archivo.Imagen: picture-alliance/AP/Refugee Action Coalition

Unos 600 refugiados se negaron este jueves (02.11.2017) a abandonar el centro de refugiados del Gobierno australiano en la isla papuana de Manus después de que las autoridades de Papúa Nueva Guinea lo cerraran por orden judicial.

El personal australiano encargado del centro partió de la isla en horas de la mañana y las instalaciones quedaron sin servicio de electricidad, agua o suministro de alimentos, según informó la cadena australiana ABC.

Testigos cuentan a los medios que los inmigrantes en el centro no quieren trasladarse al alojamiento ofrecido por las autoridades papuanas porque temen por su seguridad, tras sufrir varios ataques por parte de la población local. El martes pasado decenas de ciudadanos locales irrumpieron en el campo armados con palos y machetes, relató un refugiado a los medios.

El centro de refugiados de Manus y otro en Nauru, en el Pacífico, fueron establecidos después de que Australia reactivó en 2012 su controversial política de tramitar solicitudes de asilo en países tercero.

El centro de detención a Manus tuvo que cerrarse luego de que en abril el Tribunal Supremo papú declarara inconstitucional el recinto, ubicado al norte del archipiélago. Las autoridades ofrecieron tres posibles ubicaciones alternativas en Lorengau, la principal población de la isla, sin garantizar derechos laborales o libertad de movimiento para los refugiados, según denunció Amnistía Internacional.

Muchos de los internos las islas Manus y Nauru provienen de las áreas de conflicto de Afganistán, Darfur, Pakistán, Somalia y Siria, mientras que otros han escapado de la discriminación como las minorías rohinyá, en Birmania (Myanmar), o bidún, en la región del Golfo.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) exigió a Australia poner fin a la situación que se vive en la isla de Manus, lo que catalogó como una crisis humanitaria.

La organización denunció que si los 600 refugiados decidieran acceder a su traslado inmediato, "muchos no encontrarían un alojamiento adecuado o suficiente", mientras que el Gobierno australiano aseguró que hay suficientes alojamientos temporales en la principal ciudad de la isla.

Acnur exigió la colaboración de Australia con las autoridades de Papúa Nueva Guinea para hacer que "la situación se suavice inmediatamente". La organización humanitaria también hizo de eco al temor que sienten los refugiados de ser atacados por la población

Por su parte, Nueva Zelanda anunció nuevamente este jueves su intención de acoger a 150 solicitantes de Manus, una oferta que ha sido rechazada por Canberra en varias ocasiones.

JCG (EFE, dpa)