Alexander Bartole quería ser cineasta de "masticadores de comida". El venezolano creció viendo televisión estadounidense y se quedó mucho tiempo en la cabeza con la imagen de Brad Pitt comiendo en sus películas. Quería que la gente comiera comida deliciosa en la pantalla grande. "Mi sueño fue agarrar una cámara y contar mis propias historias. Estudié en el Colegio Alemán de Venezuela pero no sabía nada de Berlín. Nunca estuvo en mis planes", recuerda. Su carrera suena a diversión pura. Ya en Berlín, comenzó a hacer comerciales de cualquier cosa. Se juntó con amigos que hacen animación, agarraron una naranja o café o una bebida, y la filmaron. Así es como varias marcas internacionales, productos europeos o supermercados alemanes, entre otros, lo han escogido para mandar a hacer sus anuncios con él. Elevar el factor sensorial para crear un efecto de "yumminess", o sea de algo superdelicioso, son sus mantras. No se pierdan esta rica entrevista.