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Alemania y las consecuencias psicológicas del COVID-19

Sabine Kinkartz
24 de junio de 2021

La pandemia ha marcado nuestras vidas durante más de un año. Una situación extrema con consecuencias psicológicas, no solo físicas. Una compañía alemana de seguros de salud evaluó los datos de sus afiliados.

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Symbolbild WHO Studie Lange Arbeitswoche erhöht das Risiko tödlicher Erkrankungen
Imagen: Robin Utrecht/picture alliance

Para la mayoría de las personas, la pandemia ha cambiado muchas cosas en su vida desde marzo de 2020, con consecuencias, sobre todo, para la salud mental. "La necesidad de hacer terapia psicológica aumentó drásticamente el año pasado, las consultas aumentaron un 40 por ciento más de lo que vemos normalmente", dice Jens Baas, director ejecutivo de la aseguradora alemana Techniker Krankenkasse (TK).

Once millones de personas en Alemania están aseguradas en la TK, de las cuales casi cinco millones y medio son trabajadores. Cada año, esta compañía de aseguradora presenta un informe de salud. En el informe actual también se incluyeron los datos de una encuesta del instituto de investigación de opinión Forsa sobre el estrés provocado por la pandemia de coronavirus, así como los de un estudio de la Universidad Tecnológica de Chemnitz sobre salud psicosocial.

La gente está agotada

El resultado muestra que el segundo confinamiento, que comenzó en Alemania en noviembre de 2020, agotó mentalmente más a la gente que el primero, en la primavera boreal de 2020. En la encuesta de marzo de 2021, el 42 por ciento se sintió muy agobiado por el coronavirus. En mayo de 2020, el 35 por ciento.

Bertolt Meyer, catedrático de Psicología Laboral, Organizacional y Empresarial de la Universidad Tecnológica de Chemnitz, explica la razón de más agotamiento en marzo de 2021: "Interpretamos que esto significa que las baterías psicológicas no se recargaron entre junio y noviembre de 2020". No hubo encuentros con amigos, ni deporte, ni cultura ni viajes. "A la larga, este desequilibrio conduce al agotamiento y, en casos graves, incluso al agotamiento extremo", resume.

Escolar en casa por la pandemia
Para los padres y, sobre todo, madres, el teletrabajo y la escuela en casa han sido especialmente agotadoresImagen: K. Schmitt/Fotostand/picture alliance

La soledad pesa

El nivel de agotamiento fue "preocupante" en plena segunda y tercera ola, subraya Meyer. Según el informe de salud, los principales factores de estrés incluyen la falta de reuniones personales con familiares y amigos (89 por ciento). La soledad es también particularmente dura para muchos.

Esta primavera boreal, el 70 por ciento de los encuestados declaró conocer al menos a una persona que está o ha estado afectada por el coronavirus. En mayo de 2020, era solo el 23 por ciento de los encuestados. El temor de que familiares o amigos contraigan COVID-19 ha aumentado (60 por ciento). La preocupación por los seres queridos supera con creces al miedo a infectarse con el coronavirus.

Doble carga: trabajo y escuela en casa

Para las familias con niños, el cierre de guarderías y escuelas causó un estrés considerable (59 por ciento), y una de cada dos personas declaró sentirse más estresada en el trabajo. El 44 por ciento de los encuestados temió las consecuencias económicas. Solo el 11 por ciento de los trabajadores estuvieron preocupados por perder sus trabajos.

Los padres con al menos un hijo en el hogar, con trabajo y clases en casa, estaban particularmente estresados. La carga adicional de tener que cuidar de los niños además de trabajar recayó sobre todo en las mujeres. "A partir de los datos, también se puede leer una vuelta a la tradición de los roles de género en la pandemia", analiza el psicólogo industrial Bertolt Meyer.

El consumo en tiempos de coronavirus

Más tensión en el este que en el oeste del país

Para su estudio, la Universidad Tecnológica de Chemnitz accedió a datos de 2.900 empleados y encuestados varias veces desde marzo de 2020. El 57 por ciento de las personas en Sajonia, Sajonia-Anhalt y Turingia se sintió mucho más afectado por la pandemia esta primavera que la población promedio. Sin embargo, las incidencias -el número de nuevas infecciones por cada 100.000 habitantes en siete días- fueron precisamente más altas en esos dos estados federados.

La población de Hesse, Renania-Palatinado y Sarre fue la que menos sufrió, con el 32 por ciento, seguida de Berlín/Brandeburgo (33 por ciento) y Baviera (37 por ciento). Sin embargo, la tasa por enfermedad de los empleados fue del 4,14 por ciento. 2020 estuvo incluso por debajo de los valores de años anteriores.

Los grupos profesionales con muchos contactos sociales, el personal de enfermería, y el de educación y cuidado infantil, se enfermaron más de COVID-19. Seis veces más en comparación con abogados, desarrolladores de software o agricultores, señala la investigación.

(rmr/cp)