Alemania: cárcel por repartir emparedados envenenados

El tribunal ordenó también hoy el internamiento preventivo o de seguridad del acusado de 57 años, dado que los jueces suponen que pueda cometer nuevos delitos graves. El juzgado contempló además la severidad particular de la culpa. Por ello, los jueces le impusieron la pena máxima. El hombre también fue condenado por el delito de lesiones graves y peligrosas. El acusado Klaus O. no se había pronunciado hasta el final del proceso.

La Fiscalía había acusado al hombre de intento de asesinato y lesiones corporales. Al parecer, envenenó con sustancias peligrosas sándwiches y bebidas de varios de sus colegas de trabajo a lo largo de años en una fábrica de la localidad de Schloß Holte-Stukenbrock. 

¿Polvo blanco en el pan?

Uno de los colegas actualmente enfermos notó un polvo blanco en un pan. Como le llamó la atención, tomó fotos y avisó a la dirección de la empresa, que hizo instalar una cámara de video vigilancia en la sala que servía de comedor.

Las imágenes, que también se mostraron y usaron como prueba en el juicio, mostraron cómo el condenado ponía el polvo en los sándwiches en momentos que no era visto por sus colegas. Dos de ellos desarrollaron enfermedades renales y tienen que vivir con problemas de salud graves. Una tercera víctima sufrió un daño cerebral irreparable y quedó en estado vegetativo, por lo que debe ser atendido por sus padres.

jov (dpa, wdr)