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Alemania-Brasil: de la energía atómica a la renovable

Gonzalo Cáceres / Enviado especial de DW18 de noviembre de 2004

El convenio nuclear Brasil-Alemania, las relaciones bilaterales, la urgencia de reformas en la ONU, Irak y Medio Oriente pautaron el segundo día de la visita del ministro alemán de Exteriores, Joschka Fischer, al Brasil.

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Celso Amorim, ministro de Exteriores de Brasil (der.), saluda calurosamente a Joschka Fischer en Brasilia.Imagen: AP


Discutido desde hace varios meses y con el sello del partido alemán “Los Verdes”, socio minoritario de la coalición de gobierno en Alemania, el convenio nuclear es uno de los temas principales en la visita oficial que realiza a Brasil el ministro alemán de Exteriores, Joschka Fischer.

Alemania y Brasil acordaron terminar la cooperación en el uso pacífico de la energía atómica y abrir en su lugar una puerta al desarrollo y la utilización de las energías renovables.

El jefe de la diplomacia germana llegó a la capital brasileña procedente de Guatemala para entrevistarse en el Palacio do Planalto con el presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva y con su colega de exteriores Celso Amorin.

Brasil y Alemania han establecido, hace dos años, que las relaciones entre los dos países tienen un carácter "estratégico" y las dos naciones ajustan y coordinan desde entonces sus políticas, especialmente en el terreno internacional.

Opción regional importante para Alemania

También comparten criterios comunes en la búsqueda de acuerdos regionales en sus respectivas áreas, a partir de la Unión Europea en el caso de Alemania y del MERCUSUR en caso de Brasil.

La opción regional, en el caso del país sudamericano, tiene especial significación para Alemania, que apoya también la ampliación de este bloque, para la integración de los países sudamericanos.

El Mercosur está formado por Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay. Chile y Bolivia tienen status de asociados. Con Perú firmó el Mercosur en agosto de 2003 un Acuerdo de Complementación Económica. Además se está produciendo un acercamiento del resto de los países de la Comunidad Andina.

México y los países centroamericanos desean también una integración amplia en el MERCOSUR, que lleva adelante negociaciones para un Tratado de Asociación con la Unión Europea, como ya lo tienen México y Chile.

Siempre los mismos problemas

Las negociaciones para llegar a un acuerdo han permitido establecer una amplia coincidencia MERCOSUR-EU, pero se encuentran prácticamente estancadas en relación con las políticas de subvenciones y de proteccionismo, en el campo de los productos agrícolas.

En este sentido hay dos tendencias, una que da preferencia a un acuerdo general en la Organización Mundial del Comercio (WTO) y otros que prefieren un acuerdo en el marco del Grupo de los 20.

Brasil: socio fundamental

Brasil es visto por Alemania como un socio fundamental en el campo internacional para el desarrollo de una política multilateral y para impulsar una reforma de las Naciones Unidas y del Consejo de Seguridad de la organización mundial.

Tanto Brasil como Alemania desean tener un asiento en el Consejo de Seguridad y juntos han establecido una alianza con India y Japón y esperan un quinto socio que será designado por los países africanos.

La posición de Alemania y Brasil no es compartida por México, que también tiene aspiraciones de ocupar un puesto en el Consejo de Seguridad. México es también un socio privilegiado de Alemania, pero en relación con el consejo, la cercanía parece ser mayor con Brasil.

Un bloque sudamericano

Brasil tiene una nueva política internacional y según los expertos desea "jugar como actor global", con una política agresiva en el campo de los derechos humanos y la defensa del desarrollo social.

El presidente Lula de Brasil es el principal símbolo de esa política que pone el acento en el desarrollo de un bloque "sudamericano" como polo destinado a desarrollar políticas internacionales de acuerdo con la realidad de esa región.

Se parte de la base que, salvo Colombia, que tiene una política más ligada a los Estados Unidos, todos los países sudamericanos comparten esta actitud, también en relación con proyectos como el ALCA, que de momento parece estancado, ante las críticas que ha tenido su implementación en América del Sur.

¿Una política norteamericana más dura?

Las conversaciones del ministro Joschka Fischer y sus interlocutores brasileños versaron también sobre diversos aspectos de la política internacional, especialmente en relación con la situación en Irak y en el Oriente Medio.

También se intercambiaron experiencias sobre la participación militar en operaciones internacionales de paz. Alemania participa en ese tipo de acciones en varios países y su más importante contribución la realiza en Afganistán, mientras Brasil lidera las tropas de las Naciones Unidas que contribuyen a la pacificación de Haití.

También las conversaciones de Fischer en Brasil son una oportunidad para analizar la reorganización de la política exterior de los Estados Unidos y se teme, según afirma la prensa brasileña, una actitud más dura de los norteamericanos en los próximos años, lo que podría tener serias consecuencias para los latinoamericanos.

Mañana, DW-WORLD ofrecerá una entrevista exclusiva con Joschka Fischer en Brasil sobre el resultado de su viaje a Guatemala y Brasil.