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Aires de paz en Corea

DW-WORLD4 de octubre de 2007

Tras la cumbre intercoreana, los editoriales auguran posibilidades de sellar por fin la paz entre Seúl y Pyongyang, sobre todo en vista del acuerdo logrado para poner fin al programa nuclear de Kim Jong Il.

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Histórico brindis: el presidente sudcoreano, Roh Moo-hyun, y el líder norcoreano, Kim Jong Il.Imagen: AP
Jyllands Posten, de Aarhus, Dinamarca: “El hecho de que, mientras se desarrollaba el encuentro cumbre con Corea de Sur en Pyongyang, en negociaciones paralelas realizadas en Pekín Corea del Norte haya accedido a establecer un plazo para poner fin a su programa nuclear, resulta satisfactorio y llama a reflexionar. (...) Lo que ocurre en la península coreana sin duda apunta en la dirección correcta. Si Estados Unidos, que tuvo un papel central para inducir al cese del programa nuclear norcoreano, establece con certeza que realmente se le puso término, el próximo paso consistirá probablemente en que Washington borre a Corea del Norte de la lista de Estados terroristas. De este modo se allanaría el camino hacia un tratado de paz, con el que se podría poner fin definitivamente a la guerra de Corea.”

Hito histórico para Corea

Frankfurter Rundschau, de Fráncfort del Meno: “El día de la unidad alemana podría marcar este año también un hito histórico para Corea. Menos de un año después del susto provocado por el primer ensayo atómico de Pyongyang, se cuenta ahora con un plan para poner fin al programa nuclear norcoreano. Este significativo paso sacará a largo plazo a Corea del Norte de la línea de confrontación con Estados Unidos, siempre que se atenga a lo previsto. El comienzo del fin del programa nuclear norcoreano despeja además la vía para un acercamiento entre las dos Coreas. El día de ayer fue también histórico para ellas. No es forzoso que al término de este proceso se produzca la reunificación. Mucho más importante es el hecho de que ambos procesos -las negociaciones sobre armas atómicas y el acercamiento intercoreano- podrían llevar a la paupérrima Corea del Norte, gobernada por un régimen estalinista, al camino hacia más democracia y bienestar”.

Kim Jong Il, más firme que nunca

Dresdener Neusten Nachrichten, de Dresde: “Kim Jong Il supedita todo al objetivo de mantenerse en el poder y quiere impedir a toda costa terminar algún día como el ex dictador iraquí, Saddam Hussein. Partiendo de estos cálculos, permite que le paguen por desistir de sus planes atómicos. Pero sólo hasta cierto punto. La ayuda económica de Corea del Sur y China, que mantiene con vida al país, al igual que promesas de Washington en materia energética, demuestran que las cuentas parecen salirle bien. Con ello, este régimen que desprecia a los seres humanos se encuentra ahora más firme que nunca en el timón. Es el precio por la paulatina desactivación del problema nuclear. No hay alternativa. Desgraciadamente.”

Dudas sobre el arsenal atómico

La Repubblica, de Roma: “En el día de la histórica cumbre de ambas Coreas, Pyongyang agita una rama de olivo. La tensión nuclear en el Lejano Oriente, que hace justo un año hizo temblar al mundo ante el ensayo nuclear norcoreano, se atenúa ahora en buena medida. El ‘monarca rojo’, Kim Jong Il, desactivará el principal reactor y garantizará el acceso de inspectores a su programa atómico. Pero quedan zonas nebulosas, sobre todo en lo tocante a la pregunta de ocurrirá finalmente con el arsenal nuclear que ya ha acumulado el régimen comunista. Corea del Norte promete desmontarlo el año próximo. Pero Kim Jong Il tiene pasión por el arte de mentir.”