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AI: abolir pena capital y cerrar Guantánamo

Mirra Banchón27 de abril de 2007

La pena capital en el mundo acusa una tendencia a la baja, informa Amnistía Internacional. Por una abolición mundial de ella aboga, también porque aumente la presión para acabar con Guantánamo.

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Contra la pena capital

"Los verdugos inflexibles están aislados", aseveró Irene Khan´, la secretaria general de Amnesty International (AI) al presentar el informe anual acerca de la pena de muerte. Según la organización defensora de los derechos humanos, en el año 2006 fueron ejecutadas 1591 personas; en el 2005 habían sido 2148. Oficialmente, claro está. "La mayoría de muertes por pena capital no se registran", explica a DW-WORLD Oliver Hendrich, experto en el tema de AI en Alemania.

China es el más triste ejemplo de ello. Va a la cabeza en la triste lista de cantidad de ejecuciones perpetradas en un año. A 8000 se calcula que ascendieron en 2006; la cifra exacta, sin embargo, se pierde entre las nieblas de los secretos de Estado.

En segundo lugar se encuentra Irán, país en donde sucumbieron a la pena de muerte a 177 personas en ese lapso, el doble que en el año anterior. 65 fueron ejecutados en Irak -entre ellos el dictador Sadam Hussein. 82 muertes de este tipo se registraron en de Pakistán, entre ellos menores de edad. 65, en Sudán y 52 (siete menos que en 2005) en Estados Unidos. "En Estados Unidos, en donde las muertes sí están registradas, sí se podría hablar de una creciente consciencia en contra de la pena capital", explica Hendrich.

Lista espeluznante

La manera en que los países practican la pena de muerte llena una lista espeluznante: decapitación en Arabia Saudí; la silla eléctrica e inyección letal en Estados Unidos; fusilamiento en Bielorrusia, China y Somalia; lapidación en Afganistán e Irán y golpe mortal en Somalia. A morir de alguna de estas maneras están condenados en este momento 3861 personas. Y ninguna de ellas es "mejor": "la convencional manera de ver de que la inyección letal es la manera más humana de ejecutar a un reo es cuestionable", declara especialista Teresa Zimmers, líder de un reciente estudio de la Universidad de Miami.

Grandes avances

A pesar de todo, "se ha hecho grandes avances", asevera Hendrich. En 1977 cuando AI convocó a una Conferencia Internacional sobre la Pena de Muerte en Estocolmo sólo 16 países habían abolido la pena capital para todos los delitos. Desde 1997, la Comisión de Derechos Humanos de la ONU ha aprobado cada año una resolución instando a los países que no han abolido la pena de muerte a que suspendan las ejecuciones. La última resolución fue firmada por 76 Estados miembro.

Con voluntad política

Aunque son pequeños que se dan cada año, la tendencia global hacia la abolición de la pena de muerte se mantiene. 129 son en este momento los países que la han abolido (123, en 2005); 68 la mantienen en su legislación (73 en 2005). "El núcleo de los Estados que verdaderamente favorecen la pena de muerte se encuentra asilado y actúa en contra de la tendencia mundial", asevera el experto de AI. "Una moratoria para todos los países que aún no la han abolido, sería el siguiente paso hacia un mundo donde esté proscrita la pena de muerte", declara.

En resumen, AI exige que se aumente la presión internacional sobre los países que no han abolido la pena de muerte. También exige -a propósito de la cumbre entre la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente estadounidense, George W. Bush,- que se aumente la presión para cerrar definitivamente la cárcel de Guantánamo. Para ambas cosas, como asevera el experto de AI, se requiere una "voluntad política muy clara".