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Acuerdo para liberar a cascos azules

8 de marzo de 2013

Representantes de la ONU ya se han reunido con los 21 soldados secuestrados, en su mayoría filipinos, indicaron portavoces de la organización. La liberación se producirá este sábado.

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Imagen: REUTERS

La Organización de las Naciones Unidas llegó a un acuerdo con los rebeldes sirios que mantienen secuestrado a un grupo de cascos azules para que pongan en libertad a los soldados, anunció un portavoz de la ONU en Nueva York.

El acuerdo se pactó "con todas las partes", precisó el vocero, lo que incluiría también a las tropas gubernamentales sirias que bombardearon la localidad de Yamla, donde los cascos azules, divididos en varios grupos, eran retenidos en sótanos.

Al caer la noche en Siria, la salida de los rehenes se aplazó hasta este sábado porque un viaje a estas horas no sería seguro, explicó el portavoz.

Previamente, el responsable de las operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU, Hervé Ladsous, había advertido al régimen sirio de que no debe tomar represalias contra los habitantes del pueblo una vez puestos en libertad los cascos azules secuestrados.

Liberación incondicional

Un portavoz de la Brigada de los Mártires de Yarmuk, autora de los secuestros, dijo que los rebeldes no habían puesto ninguna condición para la liberación de los soldados y que los cascos azules podrían abandonar pronto la zona, ya que había finalizado el bombardeo de las tropas gubernamentales.

Los soldados fueron secuestrados el miércoles en la provincia siria de Daraa, cerca de los Altos del Golán, en la frontera con Israel. Los efectivos filipinos pertenecen a la Fuerza Observadora de la ONU en los Altos del Golán (UNDOF), que desde la década de 1970 vigila la tregua entre Siria e Israel.

Los esfuerzos de la ONU por liberar a sus soldados podrían concretarse este sábado.
Los esfuerzos de la ONU por liberar a sus soldados podrían concretarse este sábado.Imagen: REUTERS

Algunos de los rehenes filipinos aparecieron en un video publicado en YouTube en el que aseguran que se encuentran bien.

"A nuestras familias, esperamos verlos pronto, estamos bien aquí", dijo uno de ellos.

"No se preocupen, estamos en un lugar seguro", agregó el cabo Ariel Evangelista, quien afirmó que los rebeldes les estaban dando comida y agua, aunque les habían separado entre ellos.

Críticas de la oposición

Miembros de las Brigadas afirmaban al principio que los soldados de la ONU habían dado apoyo a las tropas del presidente Bashar al Assad. El secuestro fue duramente criticado por varias agrupaciones opositoras.

El portavoz militar filipino Arnulfo Burgos había asegurado en Manila que los soldados serían entregados a representantes del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que los sacarán de allí y los llevarán a una región segura. "Los rebeldes quieren que la Cruz Roja se haga cargo (de los cascos azules) y los acompañe", agregó Burgos.

Entre tanto, otros ocho cascos azules de la ONU se retiraron a Israel debido a los combates en Siria. Los soldados temían por su vida ante los enfrentamientos entre rebeldes y tropas sirias en Yamla, informó el diario israelí "Haaretz". Dichos soldados pertenecen a la misma unidad en la que servían los filipinos secuestrados. Una portavoz del Ejército israelí confirmó que los ocho cascos azules se encuentran en Israel.

el(dpa, reuters)