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El grave problema de la "sextorsión" en el deporte

Kalika Mehta
23 de mayo de 2022

Las características del deporte organizado pueden "perpetuar el problema de la sextorsión", dice Transparencia Internacional, y llama la atención sobre los casos de abuso sexual que son silenciados.

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El tema de la 'sextorsión' a menudo se ha barrido debajo de la alfombra en los deportes.
El tema de la 'sextorsión' a menudo se ha barrido debajo de la alfombra en los deportes.Imagen: Laurence Griffiths/Getty Images

En su último informe, Transparencia Internacional (TI) ha destacado una prevalencia preocupante de casos de "sextorsión" en el área del deporte.

Una encuesta realizada por TI con deportistas de varios países —enfocado especialmente en Alemania, Rumania, México y Zimbabue— reveló que algo más de un deportista de cada tres había vivido al menos una situación de violencia sexual en el deporte organizado.

Mientras casos recientes de alto perfil, en deportes como la gimnasia y el fútbol, han subrayado el alcance del abuso sexual, el problema sigue sin denunciarse en gran medida en esa industria. La "sextorsión", definida como el abuso de poder para obtener un beneficio sexual, una forma tanto de abuso sexual como de corrupción, aún no es reconocida ampliamente.

Las dinámicas del poder

"Lo que me pareció notable es que el sector de deportes ofrece todas las condiciones necesarias para perpetuar el problema de la sextorsión", dijo a DW Marie Chene, jefa de investigación de Transparencia Internacional. "Las diferencias de poder son enormes, hay muchos niños en posiciones vulnerables, relaciones entre entrenadores y atletas que son muy cercanas, emocionales y físicas, debido a la naturaleza del deporte", precisó.

Simone Biles fue una de las varias gimnastas de EE. UU. que hablaron sobre abuso sexual en el deporte organizado.
Simone Biles fue una de las varias gimnastas de EE. UU. que hablaron sobre abuso sexual en el deporte organizado.Imagen: Graeme Jennings/Pool/AP/picture alliance

"La relación tiene el poder de impulsar o destruir una carrera en algunos casos, y hay un entorno general de gobernanza muy débil. Eso crea un ambiente explosivo", insistió.

Debido a la definición relativamente nueva de la sextorsión, el informe se basa en estadísticas recogidas sobre el abuso sexual en el deporte que, según se pudo constatar, abundaba en todas las disciplinas deportivas en todo el mundo.

Sin embargo, un componente clave detrás de la decisión de TI de investigar la sextorsión en la industria del deporte fue la creencia de que el sector tiene el poder de proporcionar una base para un cambio real. "Consideramos que el sector del deporte tiene un papel clave que desempeñar en la formación de valores", explicó Chene. "En principio, el deporte tiene que ver con la justicia social, se trata del juego limpio y del mérito".

"Si el abuso sexual, uno de los componentes de la sextorsión, tiene lugar en el deporte, está minando la misión principal de ese sector. El deporte tiene mucha visibilidad, y si queremos visibilizar el problema y que se reconozca a la sextorsión como una forma de la corrupción, pensamos que el sector del deporte podría ser un buen vehículo para eso", subrayó.

Aunque muchos de los casos de los que se extrajeron las estadísticas mostraron que ambos géneros se vieron afectados por la sextorsión, el informe confirmó que los estudios demostraron consistentemente que los perpetradores de abuso sexual eran en su gran mayoría hombres.

Desigualdad de género en el deporte

La proporción de abusadores sexuales hombres era del 96 por ciento al 100 por ciento en varios estudios. TI criticó lo que llama "una cultura hipermasculina". Esta, junto con una falta de igualdad de género para las deportistas mujeres, en términos de paga y de visibilidad, así como con la escasez de mujeres en posiciones de poder, contribuyen a que el problema se extienda.

"El deporte practicado por mujeres no es tan valorado como el practicado por hombres", señaló Chene. "Existe una inmensa brecha en la paga, muy poca representación de atletas mujeres y de mujeres en puestos de liderazgo y roles de gobernanza", puntualizó.

"Existen esas 'redes de hombres viejos', en las que los hombres mayores permanecen en posiciones de poder durante décadas, y no tienen ningún incentivo para cambiar el statu quo, por lo que el sistema se perpetúa", afirma Chene.

El caso de Peng Shuai atrajo la atención internacional.
El caso de Peng Shuai atrajo la atención internacional.Imagen: Monika Graff/UPI Photo/imago images

Sylvia Schenk, presidenta del Grupo de Trabajo sobre Deporte en la sección de Transparencia Internacional de Alemania, ilustra el fenómeno de este modo: "Desde el caso de Peng Shuai, de China, cuyo presunto ataque por parte de un funcionario del Gobierno fue encubierto, hasta Kylie McKenzie, de EE. UU., quien ya no tiene la oportunidad de competir, luego de haber sufrido abuso y acoso a largo plazo por parte de su entrenador, asignado por la asociación, son demasiadas las mujeres que han tenido que enfrentarse a las consecuencias de un sistema sexista y explotador".

Los intentos de cambio han carecido de una verdadera supervisión, y la adopción de la Declaración de Múnich para la protección contra la violencia sexual en el deporte, por parte de la Confederación Alemana de Deportes Olímpicos (DOSB), en 2010, fracasó.

Las 15 medidas de la declaración incluyen la prevención de la violencia sexual como tema obligatorio en las calificaciones deportivas, y la adopción de un código de ética.

Nueve años más tarde, un estudio demostró que poco menos de la mitad de las federaciones nacionales de deporte incluyen la prevención del abuso sexual en sus estatutos.

La prevención es primordial

Eso obligó a introducir una política que ha condicionado la financiación pública de las federaciones a la adopción de medidas de prevención.

Asimismo, los sistemas de denuncia inadecuados en las organizaciones deportivas también siguen obstaculizando todavía más el progreso en el tratamiento y en la prevención del abuso sexual.

"Para dejar de permitir el abuso, las organizaciones deportivas y los Gobiernos deben actuar", continúa Schenk en un comunicado enviado a DW.

"La primera línea de defensa es prevenir el abuso antes de que suceda, con una cultura transparente, marcos de prevención sólidos, incluida la educación sobre la sextorsión y otros abusos sexuales, así como las ramificaciones más amplias del sexismo.

Es preciso actuar rápidamente

El reporte de TI incluye una serie de recomendaciones, y, por primera vez, en relación con la sextorsión, TI puso particular énfasis en la prevención.

A pesar de que muchas son sugerencias de largo plazo, Chene reiteró la urgencia de que el cambio comience rápidamente.

"Durante nuestra investigación escuchamos sobre tantas historias horrorosas, tantos sueños destrozados", dijo. "No se trata solo del abuso sexual, sino también de cómo son recibidos los informes sobre abuso sexual, y cómo se acalla a las víctimas”, destacó.

"Es hora de cambiar la cultura del silencio y la impunidad para todas las formas de abuso en el deporte", agregó Chene en un comunicado: "Las organizaciones deportivas, los Gobiernos y la sociedad civil deben tomarse en serio el abuso y actuar con celeridad para detener la sextorsión".

(cp/rml)