Las infecciones por coronavirus vuelven a aumentar en muchos países. En los hospitales, la mayoría de los pacientes que ingresan en las unidades de cuidado intensivo son personas no vacunadas. Esto se debe a que la vacunación contra el COVID-19 da una protección bastante segura para que la enfermedad no afecte gravemente a quien la contrae. Cuantas más personas vacunadas, menor riesgo de que se desestabilice el sistema sanitario. Pero, ¿cómo lograrlo? A raíz de la distribución desigual de vacunas, gran parte de la población mundial sigue sin haber recibido la primera dosis. Además, hay países donde la vacuna está disponible pero mucha gente no va a vacunarse. ¿Cuáles son las razones? Participan:
Jens Holst, profesor de Salud Global de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Fulda
Isaac Risco, periodista de la redacción DW
Burkhard Birke, periodista de Deutschlandradio
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