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25 años del ataque xenófobo de Solingen

Marcel Fürstenau
28 de mayo de 2018

Cinco niñas y mujeres de origen turco murieron el 29 de mayo de 1993, cuando extremistas de derecha incendiaron su casa. El sentimiento xenófobo estaba en auge y la política tomaba decisiones controvertidas.

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25 Jahre nach Solinger Brandanschlag
Imagen: dpa

"¡Extranjeros afuera!" Este eslogan se transformó a principios de la década de 1990 en la banda sonora de una Alemania en algunas zonas abiertamente xenófoba. Las causas fueron múltiples. En el este del país, en el área de la antigua RDA, la economía planificada anteriormente controlada por el Estado colapsó después de la reunificación. Millones de personas quedaron sin empleo o se sintieron como ciudadanos de segunda clase por otras razones. En busca de un chivo expiatorio, "los extranjeros" se convirtieron en víctimas perfectas.

Los ataques racistas contra extranjeros no eran una rareza en aquel entonces. Un ataque a una casa en la ciudad hanseática de Rostock, en la que vivían principalmente vietnamitas, fue noticia en todo el mundo en agosto de 1992. Una multitud desenfrenada prendió fuego al edificio ante los aplausos de los espectadores. Fue mera suerte que nadie muriera.

Nueve meses más tarde, el 29 de mayo de 1993, ardió una casa en Solingen, una pequeña ciudad en Renania del Norte-Westfalia. En las llamas murieron cinco niñas y mujeres de origen turco. Saime Genc fue la victima más joven, de solo cuatro años de edad, y Gürsün Ince la mayor, con 27 años. Las otras tenían 18, doce y nueve años. La tragedia no fue fortuita sino la obra de extremistas de derecha que deliberadamente prendieron el fuego por la noche.

25 años ataque de Solingen
La casa en la que vivía la familia Genc en 1993 ya no existe. Imagen: picture-alliance/dpa/O. Berg

Tres días antes, Alemania había endurecido la ley de asilo

El ataque de Solingen tuvo lugar tres días después de que el Bundestag alemán restringiera masivamente el derecho de asilo. La coalición gobernante de conservadores (CDU/CSU) y liberales (FDP) cambió la Constitución con el apoyo de la oposición socialdemócrata (SPD). Hasta ese momento existía en Alemania un derecho de asilo irrestricto. Con su abolición, la política respondió al aumento masivo en el número de solicitantes de asilo desde finales de los años ochenta.

Las cifras estuvieron durante mucho tiempo muy por debajo de 100.000 solicitudes por año.  En 1990 ya se presentaron 200.000 y dos años más tarde, más del doble (438.191). Durante ese tiempo, los partidos de ultraderecha como los "Republicanos" tuvieron mucho éxito en las elecciones.

La directora de la fundación Amadeu Antonio, Anetta Kahane, ve paralelos entre el estado de ánimo explosivo de hace 25 años y la situación actual. La pregunta de cuántos refugiados pueden venir está vinculada a la opinión que tienen muchos de que ya hay demasiados en este país, opina Kahane. Además, muchos ven a los extranjeros como intrusos y elementos extraños que no pertenecen aquí. Esto "envenenaba mucho el ambiente". 

Según Kahane hubiese sido mejor si se hubiera dejado intacto el derecho de asilo en 1993. A su juicio, los políticos actuaron siguiendo la lógica de que "si las personas reaccionaban de manera tan racista hacia los inmigrantes, entonces había que velar por que ya no entraran tantos". Eso fue, según Kahane, "un mensaje fatal". En su opinión, la sociedad alemana ya se había acostumbrado en el fondo a la inmigración. Pero la discusión agitada y xenófoba sobre la ley de asilo y su endurecimiento, resultó devastadora.

Autor: Marcel Fürstenau (GG)

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