Zielony: “Yo no calificaría mi trabajo como ‘voyeurismo’ ”

Tobias Zielony nació en Wuppertal, Renania del Norte-Westfalia, en 1973. Entre los años 1998 y 2001 estudió Fotografía Documental en la Universidad de Gales/Newport, Gran Bretaña. Luego, en Leipzig, sobresalió como alumno del fotógrafo Timm Rautert. Zielony busca los motivos de sus fotos y videos en los márgenes de la sociedad germana. Este año, él y otros cuatro artistas expondrán sus trabajos en el pabellón alemán de la Bienal de Venecia (del 9 de mayo al 22 de noviembre de 2015). El aporte de Zielony: fotografías de refugiados que llegaron recientemente a Berlín y a Hamburgo provenientes de África.

Deutsche Welle: ¿En qué consiste el proyecto fotográfico que usted presentará en la Bienal de Venecia este año?

Tobias Zielony: Yo fotografié a refugiados en Alemania –sobre todo a activistas que luchan por los derechos de los refugiados– para documentar sus historias. Esas historias ya han sido publicadas en sus respectivos países. En Venecia voy a exhibir, no solamente los recortes de prensa con las alusiones a las aventuras y desventuras de los emigrantes, sino las páginas enteras de los periódicos donde aparecieron esas historias para que el espectador vea cómo se insertan las experiencias de estos refugiados en el contexto noticioso de sus respectivos países. Los otros artículos y avisos publicitarios que aparecen en las páginas de periódicos expuestas también dicen mucho sobre los países de donde han venido estos inmigrantes.

¿Cómo evita usted incurrir en el voyeurismo que se le suele reprochar a este tipo de trabajos fotográficos?

Yo creo que los refugiados reconocieron muy rápidamente la importancia de las imágenes y creo que se relacionaron de una manera asertiva con el medio. De hecho, un grupo de fotógrafos se ha organizado para colaborar creativamente con los refugiados y hacer retratos determinados con ellos. Yo no calificaría mi trabajo como ‘voyeurismo’ o ‘fotografía de víctimas’. Ambas partes, fotógrafo y modelo, están conscientes de que forman parte del proceso creativo.

¿Cómo reaccionaron los compatriotas de los refugiados al ver los artículos sobre los emigrantes en los periódicos locales?

Un ejemplo: en Nigeria hay una revista literaria que complementó el artículo sobre los refugiados nigerianos con textos de ficción. Esos textos adicionales no explican mis fotos, pero ellos reflejan una situación que es más compleja de lo que se percibe en Alemania o Europa. Otro ejemplo: en Camerún, muchos quedaron sorprendidos al enterarse de lo mal que los emigrantes la están pasando en Berlín y Hamburgo, al percatarse de que no tienen permitido trabajar ni estudiar, al darse cuenta de que los refugiados están siempre amenazados por la posibilidad de ser deportados. Esos artículos también cambiaron la imagen que muchos lectores tenían de Alemania. Muchos creen que todo irá bien en cuanto pongan un pie en territorio europeo.

Usted trabajó estrechamente con los activistas que defienden los derechos de los refugiados, ¿acaso participarán de alguna manera en su presentación de Venecia?

Nuestro primer impulso fue invitar a aquellos con quienes trabajamos, pero ellos no tienen permiso para desplazarse hasta Venecia. Y es que ellos ni siquiera pueden moverse a sus anchas en territorio alemán. Sería ideal montar la exposición en Hamburgo o Berlín, donde ellos están asentados.

Ulrike Sommer (ERC/PK)