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Washington - Teherán: nada de distensión

2 de febrero de 2017

Con la prueba de un misil, Irán ha provocado a EE.UU., dice el politólogo germano-iraní Fathollah-Nejad a DW. Pero también Estados Unidos puede sacar provecho a la situación, indica.

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Iran Mittelstreckenrakete Ghadr Khomeini Portrait
Imagen: picture-alliance/dpa

Deutsche Welle: Señor Fathollah-Nejad, ante la prueba de un misil de medio alcance en Irán, primero el asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Michael Flynn, y más tarde el Ministro de Defensa, James Mattis, reaccionaron con una advertencia. ¿Hay que tomar en serio este aviso?

Me parece demasiado temprano para evaluar la seriedad de tales advertencias. Por un lado, ya antes de la toma de posesión del nuevo gobierno se sabía qué puntos de vista defendería el general Michael Flynn con respecto a Irán y el pacto nuclear. Para él, solo un cambio de gobierno en Teherán sería de hecho la solución al problema.

Por otro lado se halla el general Mattis más cercano al consenso internacional de mantener el pacto nuclear. Sin embargo, se debería tener en cuenta que el centro del poder en Washington no está ubicado en los Ministerios del Interior y de Exteriores, sino en la Casa Blanca, donde el presidente se ha rodeado de defensores de la línea dura. Naturalmente no se puede ocultar que esta prueba, por parte del gobierno iraní, justo en la segunda semana de mandato de Trump, no estaba pensada como señal política para aliviar tensiones.

Ante el trasfondo de la extraordinariamente controvertida primera semana de mandato Trump, esta advertencia dirigida a Irán podría entenderse también como preludio de una futura maniobra de distracción del Gobierno en caso de crisis de política interior, para lo cual podría usarse un conflicto con Irán. Esta sería sin duda una maniobra muy arriesgada si se tienen en cuenta las incalculables consecuencias que acarrearían una guerra.

Irán asegura, por el contrario, a Washington que el misil no viola las resoluciones de las Naciones Unidas. ¿Cómo valora usted esta situación jurídica?

En este caso se trata de la resolución de las Naciones Unidas 2231, de julio de 2015, que aprueba el acuerdo atómico entre Irán, Alemania, China, los Estados Unidos, la Federación de Rusia, Francia y el Reino Unido. En él se le exige a Irán, pero jurídicamente de manera no vinculante, "no realizar actividades relacionadas con misiles balísticos que pudieran llevar armas nucleares, incluyendo los lanzamientos que usen tecnología para tales misiles balísticos”. Mientras que Teherán niega haber realizado una prueba con material nuclear, las opiniones al respecto divergen. Definitivamente, las pruebas con misiles no suponen una ruptura del pacto nuclear con Irán.

Ali Fathollah Nejad, politólogo germano-iraní.
Ali Fathollah Nejad, politólogo germano-iraní.Imagen: privat

El gobierno de Trump ha comunicado que está considerando varias opciones y que no descarta las militares. ¿Cuáles son realistas?

Además de la imposición de más sanciones estadounidenses unilaterales, también sería imaginable pequeñas acciones contra lanchas motoras y buques de guerra iraníes en el Golfo Pérsico.

¿Cuán probable es, teniendo en cuenta el tono duro del nuevo gobierno, que Estados Unidos abandone el pacto nuclear y, si fuese así, sería fácil hacerlo desde el punto de vista del Derecho Internacional?

Una revocación unilateral podría ser definitivamente posible, pero lo más inteligente diplomáticamente sería si se pudiera culpar de ello a Irán. Pero dejar de lado el pacto es posible, ya que este en términos de Derecho Internacional no es vinculante. PAra serlo tendría que ratificarse por parte del Senado estadounidense o recibir una confirmación similar por parte de Congreso.

¿Cuál es la influencia de los países europeos, sobre todo Alemania, con vistas a reducir tensiones entre ambos países?

Los tres países de la UE implicados en el pacto -mejor con Rusia y China-, podrían explicar claramente a Estados Unidos que debe garantizar el acuerdo nuclear. Al fin y al cabo, así se aseguraría que Irán no se convertirá en breve en una potencia atómica. 

Ali Fathollah-Nejad es polítologo germano-iraní radicado en Berlín.