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Violentas protestas en Beirut por crisis de la basura

23 de agosto de 2015

Miles de manifestantes exigen la dimisión del débil gobierno de unidad. Desde julio, los desperdicios se acumulan en la calles.

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Imagen: picture alliance/AP Photo/B. Hussein

Por segundo día consecutivo, miles de libaneses salieron a las calles para exigir una mejora en los servicios públicos, especialmente la recolección de basura. El tenor de las manifestaciones ha ido variando y ya este domingo (23.08.2015) se oyeron gritos exigiendo la salida del gobierno, tornando violenta la demostración de descontento. Al menos 18 personas resultaron heridas en los enfrentamientos con la policía registrados en el centro de Beirut.

“El pueblo quiere la caída del régimen”, “libertad”, “revolución”, “el gobierno teme al pueblo pero éste no a él”, fueron algunos de los gritos escuchados en las protestas, convocadas por el movimiento “Apestan”. El malestar comenzó debido a las graves deficiencias que presenta el servicio de recogida de basuras, pero la represión del día sábado 22 de agosto, donde 83 personas quedaron lesionadas, incrementó la rabia de la ciudadanía en Líbano.

Los congregados intentaron retirar las alambradas de espino colocadas frente a la sede del Gobierno y del Parlamento libaneses este domingo, cuyos accesos han sido cerrados por las fuerzas de seguridad, contra quienes algunos manifestantes arrojaron botellas, piedras y otros objetos. Los agentes intentaron dispersar a los concentrados con agua a presión y gases lacrimógenos. La policía acusó que entre sus filas había 35 heridos.

La “basura política”

En una rueda de prensa celebrada la mañana de este domingo, el primer ministro, Tamam Salam, había prometido que los responsables de la actuación policial del sábado contra los manifestantes rendirán cuentas. La autoridad también reconoció que el país está al borde del colapso político y financiero y amenazó con renunciar a su cargo, acusando que el principal problema del país es la “basura política”. Líbano se encuentra sin presidente desde mayo de 2014, cuando terminó el mandato de Michel Suleiman.

El gabinete de Salam se ha paralizado por rivalidades políticas y sectarias que se han exacerbado por una crisis más amplia en Oriente Medio, que incluye la guerra en la vecina Siria. El Parlamento, en tanto, está dividido entre partidarios y detractores del presidente sirio Bashar al Assad.

Desde julio, la basura se acumula en las calles tras el cierre de un vertedero colapsado. Los manifestantes culpan al gobierno, al que acusan de incompetencia y corrupción. “Estamos cansados y hartos por lo que estamos viviendo” dijo a la agencia EFE Hilale Harum, que aseguró no pertenecer a ningún grupo político. “Formo parte del pueblo y nuestra única opción es movilizarnos para pedir nuestros derechos porque en caso contrario nadie hará nada”, agregó la manifestante.

DZC (EFE, Reuters, dpa)