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Venezuela rechaza veto a su presidencia de Mercosur

14 de septiembre de 2016

La ministra de Exteriores venezolana, Delcy Rodríguez, rechazó el veto de los fundadores de Mercosur a la presidencia pro témpore de su país en el bloque y aseguró que esa decisión viola la legalidad.

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Delcy Rodríguez, canciller venezolana
Delcy Rodríguez, canciller venezolanaImagen: Reuters/M. Bello

"Venezuela, en ejercicio pleno de la Presidencia Pro Témpore de Mercosur, y en resguardo de sus tratados, rechaza declaración Triple Alianza (...)", afirmó la canciller venezolana en una serie de mensajes en su cuenta de Twitter.

Rodríguez respondió así a la declaración conjunta con la que Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay vetan la presidencia de Venezuela y amenazan con suspenderla si en menos de tres meses no cumple sus obligaciones con el bloque.

"Esta declaración de la Triple Alianza del gobierno de Argentina, Paraguay y de facto de Brasil, vulnera la legalidad de la organización", recalcó Rodríguez, en rechazo al ultimátum de los miembros fundadores del Mercosur.

Presidencia desconocida

El martes (13.09.2016), Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay advirtieron al país petrolero que tendrá hasta diciembre para cumplir con los requisitos de membresía. Además, dijeron que compartirán el liderazgo del Mercado Común del Sur (Mercosur), como una solución temporal

Los cuatro Estados desconocieron así la presidencia pro témpore del bloque de integración regional, que Venezuela asumió en julio de manos de Uruguay y que era cuestionada desde entonces. En el foco de atención se hallan críticas a la idoneidad del Gobierno de Nicolás Maduro para asumir esa responsabilidad, tras su negativa a implementar un acuerdo económico conjunto y un compromiso para proteger los derechos humanos.

Presidencia sostenida

Venezuela sostiene que preside Mercosur y ha denunciado una "triple alianza" en su contra, compuesta por los gobiernos de "derecha extremista" de Argentina, Brasil y Paraguay. "En Mercosur las decisiones se adoptan por consenso y respetando las normas de funcionamiento. No permitiremos violaciones a los tratados", se quejó Rodríguez.

La canciller venezolana afirmó que pretender destruir Mercosur mediante "artimañas antijurídicas es reflejo de la intolerancia política y desesperación de burócratas" y anunció que pronto Caracas expondrá la "verdad sobre acervo normativo de Venezuela y del resto de los Estados parte, así como las acciones para proteger Mercosur".

Adaptación exigida

Entretanto, el viceministro para Asuntos Económicos y de Integración de Paraguay, Rigoberto Gauto, aseguró que "no hay interés en expulsar a Venezuela del Mercosur" y que por eso se le ha concedido una prórroga para que adapte su normativa nacional a las exigencias jurídicas del bloque.

El viceministro, que realizó estas declaraciones a la prensa en la sede de la Cancillería, en Asunción, indicó que el país presidido por Maduro tiene hasta el 1 de diciembre para adoptar "normas fundamentales como el Protocolo de Asunción sobre derechos humanos" e incorporar el Acuerdo de Complementación Económica, que le da vigencia jurídica internacional al Mercosur como una unión aduanera.

En los últimos meses, el Mercosur se ha inclinado hacia la derecha tras años de haber estado dominado por gobiernos de centro izquierda.
En los últimos meses, el Mercosur se ha inclinado hacia la derecha tras años de haber estado dominado por gobiernos de centro izquierda.Imagen: Getty Images/AFP/N. Duarte

Gauto aseguró que "en ningún momento Venezuela sería expulsado, sino simplemente cesado, y luego se acordarán las nuevas condiciones por las cuales se va a restablecer y va a volver a ser un miembro pleno". Además, explicó que la firma del acuerdo se pudo dar gracias a la abstención de Uruguay, que se ha mantenido neutral en lo que respecta a Venezuela, y con el apoyo de Paraguay, Brasil y Argentina.

En los últimos meses, el Mercosur se ha inclinado hacia la derecha tras años de haber estado dominado por gobiernos de centro izquierda. La disputa sobre el liderazgo ha paralizado las operaciones cotidianas del Mercosur y las negociaciones comerciales con otros países y bloques, lo que finalmente obligó a Uruguay a aceptar una postura más dura ante Venezuela.