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Un master para aprender a enseñar a "niños de la calle"

2 de diciembre de 2010

Con 17 estudiantes, 4 de ellos latinoamericanos, el master desarrolla nuevas metodologías y enfoques didácticos. El proyecto de una escuela para niños de la calle en Mannheim ofrece experiencias en la práctica.

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Para sensibilizar con la situación mundial, la fundación terre des hommes organizó en Alemania la acción "niño de la calle por un día", en 2007.Imagen: terre des hommes

Sobre la mesa negra, en el centro, descansa un libro: “Certificado de Estudios Secundarios 2011” se lee sobre la tapa roja. “Yo viví mucho tiempo en la calle y no fui a la escuela en todo ese tiempo. Luego hice un curso (de formación obrera) que terminé antes de tiempo, pero ahora quiero obtener el título de secundaria para mejorar mis oportunidades”, dice Marius, estudiante de una escuela para niños de la calle en Mannheim.

Cuando se habla de “niños de la calle”, o "niños en situación de calle", como también se les conoce en español, la mayoría piensa inmediatamente en países del llamado “Tercer Mundo”. Pero en las calles de los países industrializados también viven niños y adolescentes, que no sólo carecen de un hogar y comida, sino además de oportunidades educativas. ¿Cómo llegar a ellos? ¿Cómo enseñarles? Esa es exactamente la pregunta central de la que se ocupa el Master “Pedagogía de los Niños de la Calle”.

La carrera se ofrece desde hace dos años en las facultades pedagógicas de Heidelberg y Friburgo, en el suroeste alemán. El entorno de aprendizaje en la calle es totalmente diferente al de una escuela corriente, así que se trata de formar expertos para lidiar, de una forma sostenible, con la “atípica” situación. La mayoría de los que cursan el master provienen de oficios pedagógicos y no pocos llegan de América Latina. Con un nuevo proyecto, el de la escuela para niños de la calle en Mannheim, los estudiantes tienen la posibilidad de acumular experiencias en la práctica.

Freezone o “zona libre”

Spielplatz in Tannenbusch
En Alemania existen muchos niños que no viven en la calle, pero pasan mucho tiempo en la calle, dice Anja.Imagen: Yannick Jochum

En las instalaciones de “Freezone” – un espacio de encuentro para niños de la calle – los estudiantes del master imparten clases a adolescentes. “Yo vengo del área de la pedagogía social y me falta experiencia en la enseñanza, que es lo que quiero ganar aquí”, cuenta Sieverina Bettex, que trabaja como voluntaria en Mannheim.

Sieverina tiene 41 años y cursa el tercer semestre de la maestría en “Pedagogía de los Niños de la Calle”. Antes estudió pedagogía social y trabajó con niños de barrios problemáticos en Rostock, al norte de Alemania. En la carrera se presta atención a la situación mundial de los así llamados “niños de la calle”. Y aunque los problemas no son los mismos en Alemania que, por ejemplo, en Colombia, hay muchos paralelos en el enfoque para tratarlos, asegura Ute Schnebel, asistente científica y coordinadora del proyecto para niños a adolescentes en situaciones especiales.

“Por ejemplo, cómo establezco contacto o conduzco una charla sobre las experiencias que ellos han obtenido en la calle, sobre determinados signos visibles en sus cuerpos. En Colombia, digamos, ocurre con frecuencia que los chicos tienen cicatrices. Si les preguntas por ellas puedes llegar a conocer muchas otras cosas. También aquí hay signos exteriores visibles, y cuando se indaga un poco más se obtiene mucha información”.

Dormir en la calle, vivir en la calle, estudiar en la calle

Anja Stübler estudió magisterio y trabajó luego con niños de la calle en Tanzania, de ahí su interés por esta carrera: “Creo que la comprensión del concepto de niños de la calle se debería ensancharse. En Alemania existen muchos niños que pasan mucho tiempo en la calle. Ellos no viven en la calle, no duermen fuera, pero están todo el día allí y muy poco en casa, en la escuela o en instituciones para el disfrute del tiempo libre. También esos niños están en la mira de esta carrera”.

En cuatro semestres se enseñan en Heidelberg y Friburgo una nueva metodología y didáctica para impulsar el aprendizaje de estos niños y adolescentes. La idea de la escuela en Mannheim surgió mientras los estudiantes indagaban, para un seminario, sobre el trabajo de “Freezone”. Por el momento, cuatro de ellos participan en el proyecto educativo. “Nosotros impartimos clases juntos con ellos”, aclara Ute Schnebel, “y ellos participan también en la concepción de la oferta educativa para cada noche de clases”.

4 futuros masters y un proyecto con América Latina

Flash-Galerie Screenshot Patio 13
'Patio 13 - Escuela para Niños de la Calle" es un proyecto de cooperación de la facultad de Heidelberg con la Escuela Normal Superior de Copacabana, Colombia.Imagen: patio13.com

La carrera tiene actualmente 17 estudiantes, de ellos 7 son extranjeros y 4 provienen a su vez de América Latina – de Colombia, Chile, México y Brasil respectivamente. Entre los requisitos de ingreso se exige un título de nivel superior. Los costos por semestre ascienden a 1.800 euros y no es fácil obtener una beca, cuenta Anja Stübler, mientra Sieverina Bettex se limita a asentir con la cabeza y continuar organizando las hojas de ejercicios para la clase de matemáticas de esta noche.

“La fundación católica Don Bosco ofreció algunas ayudas al inicio”, explica la coordinadora Schnebel. “Y actualmente, nuestra estudiante colombiana recibe el apoyo de una beca del Estado federado de Baden-Wurtemberg” – al que pertenecen las ciudades de Mannheim, Heidelberg y Friburgo. Además, la facultad de Heidelberg coopera en un proyecto internacional con la Escuela Normal Superior de Copacabana, Colombia: 'Patio 13 - Escuela para Niños de la Calle".

“No estoy segura de cómo van con las fracciones…”, explora Sieverina al comenzar la clase en Mannheim. Marius calcula afanoso. En mayo quiere obtener su título. “Ese es el plan, todavía tengo que trabajar más en algunas cosas, pero creo que puedo lograrlo”, dice.

Autoras: Janine Albrecht / Rosa Muñoz Lima

Editor: Enrique López Magallón