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Trump: 24 horas en Corea del Sur

Fabian Kretschmer
6 de noviembre de 2017

La primera visita de Trump a Corea del Sur sirve de indicador del estado de la alianza entre Seúl y Washington. El presidente de EE.UU. divide a la población, no solo en su país. Fabian Kretschmer informa desde Seúl.

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Südkorea TV Bildschirm mit Donald Trump und Kim Jong Un
Imagen: picture-alliance/AP Photo/Ahn Young-joon

Donald Trump realiza su primera visita a Corea del Sur. Como en muchas otras materias, la sociedad coreana se muestra dividida en su evaluación de la alianza con Estados Unidos. "Yo veo a Trump principalmente como alguien que azuza el conflicto en la península coreana”, dice Choi Eun-saeng, miembro del pequeño partido izquierdista Democracia del Pueblo. Su agrupación demanda que Estados Unidos retire a sus tropas de Corea del Sur y no envíe armas nucleares a la región. "Pese a todo, nosotros y los norcoreanos somos un pueblo, que comparte un historia de más de 5.000 años”, dice. A su juicio, con sus provocaciones verbales, Trump pone una cuña entre los Estados vecinos. "Una guerra estallaría aquí, y no en Estados Unidos”, comenta.

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Para Corea del Sur, Trump es el factor de riesgo

Pero Trump también tiene admiradores en Corea del Sur. Por ejemplo, Seon Hyeon-ju. Esta sudcoreana marcha con una pancarta que dice "I love Tump” frente a la embajada estadounidense y considera que ya es hora de un ataque contra el dictador norcoreano, Kim Jong-un. Igualmente piensa que el gobierno del presidente Moon Jae-in, de tendencia izquierdista, está infiltrado por simpatizantes de Corea del Norte.

Pro-Trump Aktivisten
Una activista a favor de Trump.Imagen: Fabian Kretschmer

Estilos opuestos

Para Moon, la visita de Trump es complicada. En cuanto al estilo político, ambos no podían ser más diferentes. Moon es un hombre de palabras serenas, que valora la armonía social. Trump, en cambio, es conocido por su manera poco diplomática. Ya el hecho de que planificara una estadía de solo 24 horas en Corea del Sur provocó malestar en Seúl.

A juicio de Willi Lange, jefe de la sección del nordeste de Asia de la Fundación Hanns Seidel, cercana a la Unión Socialcristiana de Baviera, los sudcoreanos esperaban sobre todo que la visita no ocasionara "daños mayores”.  El sociólogo considera arriesgados los provocativos mensajes  de Trump contra Kim Jong-un en las redes sociales y hace notar que "los norcoreanos saben perfectamente que no pueden iniciar una guerra atómica. No se trata de un país del todo irracional”.

Consejos de supervivencia

Por si acaso, el sudcoreano Woo Seung-yep prepara a sus compatriotas. En dos libros ofrece consejos sobre cómo actuar en caso de una guerra atómica. Además administra el foro de internet "Survival 21”, que ya tiene más de 20.000 participantes. A la mayoría de los usuarios les preocupa la pregunta de si está a las puertas una guerra con Corea del Norte.

Debido a sus recomendaciones de supervivencia, Woo siempre fue considerado como alguien que promueve el pánico. "Muchos sudcoreanos consideran inútil mi trabajo, piensan que pierdo mi tiempo”, reconoce. Pero, desde que surgieron las recientes tensiones, cosecha cada vez más seguidores.

Woo Seung-yep, preparado para lo peor.
Woo Seung-yep, preparado para lo peor.Imagen: Fabian Kretschmer

Distensión con China

Además del tema de Corea del Norte, a los sudcoreanos les preocupan las diferencias económicas entre Washington y Seúl. Ya en la primera escala de su viaje por Asia, Trump reprochó prácticas comerciales desleales a Japón, su estrecho aliado. Y Estados Unidos renegocia actualmente con Corea del Sur el acuerdo de libre comercio existente, que Trump calificó de "pésimo negocio” y amenaza con rescindir.

También inquieta el tema del financiamiento de las fuerzas militares conjuntas. Ya durante su campaña electoral, Trump se quejó de que Corea del Sur aporta demasiado poco para la presencia de los soldados estadounidenses.

El presidente sudcoreano aspira entretanto a mejorar sus relaciones con China. La relación entre ambos países se había enfriado perceptiblemente desde que Estados Unidos instalara el controvertido escudo antimisiles THAAD en suelo coreano. Como consecuencia, China proclamó indirectamente sanciones económicas contra Corea del Sur, que ocasionaron pérdidas millonarias a Seúl. Pero, poco a poco, la pugna parece calmarse. La ministra sudcoreana de Relaciones Exteriores, Kang Kyung-hwa, dejó hace poco en claro que Seúl no aspira a una alianza militar trilateral con Tokio y Washington.

Fabian Kretschmer (ER/VT)