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Terrorismo

Terrorista neonazi habla por primera vez ante la Justicia

29 de septiembre de 2016

Beate Zschäpe, única acusada y sobreviviente del grupo terrorista pidió perdón y aseguró que ya no es la misma.

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Deutshland NSU Prozess Zschäpe im Gerichtssaal
Imagen: picture-alliance/AP Photo/M. Schrader

Una Beate Zschäpe nerviosa, algo temblorosa y con la voz muy baja se pudo ver hoy (29.09.2016) en medio de la sesión número 313 del proceso que se sigue en su contra en la ciudad de Múnich. Zschäpe es la única miembro del trío ultraderechista alemán acusado de asesinar a nueve extranjeros y una policía alemana en el transcurso de siete años. La perturbada mujer habló por primera vez en los tres años que lleva el juico en el que es acusada.

En su declaración, Zschäpe dijo haber seguido "un ideario nacionalista”, al momento de los crímenes, algo que dio a entender ya no compartía. "Hoy juzgo a las personas no por su procedencia o posiciones políticas, sino por su conducta”, explico la imputada de "Clandestinidad Nacionalista” (NSU), la célula terrorista a la que pertenecía y que mató a diez personas entre 2000 y 2007, además de haber colocado bombas y robado bancos. 

Zschäpe, de 41 años, está acusada por la fiscalía federal de haber participado en todos los asesinatos y en al  menos dos ataques con explosivos. Después de sus breves palabras, la mujer pidió perdón a los familiares de las víctimas, algo que ya había hecho a través de su abogado. Sus palabras fueron pronunciadas justo en el momento en que la investigación del caso está llegando a su fin.

Su defensa argumenta que la mujer no tenía conocimiento de los asesinatos que perpetraron en solitario los otros dos integrantes de la célula terrorista de ultraderecha Uwe Mundlos y Uwe Böhnhardt, que se suicidaron en 2011 al verse perseguidos por la policía después de robar un banco.

El caso causó gran conmoción en Alemania, pues la policía siempre adjudicó las muertes a extranjeros o a ajustes de cuentas, permitiendo que la célula de ultraderecha actuara en total impunidad durante 13 años. El descubrimiento de los cadáveres llevó a la policía alemana a revelar el entramado que había detrás de las muertes.

MN (efe, dpa)