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Supervisión financiera para Europa

3 de septiembre de 2010

Dos años después del comienzo de la crisis financiera, la UE está cerca de poner el punto el punto sobre la í: a partir de 2011, tres nuevas instituciones podrían vigilar bancos, aseguradoras y bolsas.

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Según el plan, las nuevas instancias de supervisión tendrán competencias claras.Imagen: picture-alliance/ dpa/ DW-Fotomontage

El Parlamento Europeo, los Estados miembros y la Comisión Europea han logrado un acuerdo en cuanto a un nuevo orden en el control financiero en el ámbito de la unión. El acuerdo prevé, por primera vez, que ciertas competencias de las supervisoras nacionales pasen a una europea. Tres nuevas instituciones para controlar bancos, aseguradoras y mercados de valores están planificadas; en situaciones de crisis estarán habilitadas para dar instrucciones a los institutos financieros nacionales. Además, para poder detectar a tiempo crisis venideras, en el Banco Central Europeo con sede en Fráncfort del Meno se instaurará una instancia encargada de la alerta temprana.

Luchas institucionales

Michel Barnier
Michel Barnier, comisario europeo de Mercado Interno y Servicios.Imagen: AP

Fue un tira y afloja de meses entre los Estados miembros y el Parlamento Europeo; fue una pelea por poder, dinero y ventajas de emplazamiento. Y aunque la última palabra no está dicha, mucho indica que la UE podría disponer de una fuerte institución central que controle a los bancos.

“Hemos tenido que trabajar con 54 diferentes instituciones de control en Europa. Si uno parte del supuesto de que cada Estado miembro de la UE cuenta en promedio con dos, se entiende que la coordinación es sumamente difícil y que la comunicación tiene limitaciones. Sí que se necesita entonces una instancia central que pueda actuar y decidir en caso de necesidad. Europa puede hacerlo ahora”, resalta Klaus-Heiner Lehne, diputado europeo por los cristianodemócratas.

Contra Londres y Berlín

Sobre todo eran Berlín y Londres los que se opusieron por bastante tiempo a una institución de control. Los británicos no querían saber nada de controladores europeos que viniesen a dictaminar sobre sus flexibles reglas bancarias y bursátiles; no hay que olvidar que ésa es precisamente la ventaja que ofrece el centro financiero londinense. El Gobierno alemán, por su parte, temía que bancos europeos tuvieran que ser salvados en un futuro próximo con fondos que provienen del contribuyente alemán.

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Para detectar a tiempo crisis venideras, el Banco Central Europeo contará con un gremio de "alerta temprana".Imagen: AP

Con todo, al final, Londres y Berlín se quedaron solos. Y tuvieron que transigir. El comisario europeo de Finanzas, Michel Barnier, se declaró complacido por el resultado de las negociaciones: “Hemos puesto hoy la primera piedra de una institución supervisora europea. Es la consecuencia que saca la UE de la crisis. La falta de una instancia como ésta fue una de sus principales causas”.

De ser aprobado por el Consejo de ministros de Finanzas de la UE, tres comités de supervisión existirán dentro de poco. Los comités se denominan ESA por European Union Supervisory Authorities y tendrán competencias supranacionales. Aunque hasta el momento no han trascendido mayores detalles, se supone que las ESAs tendrán la última palabra en momentos de crisis o desacuerdos; en esos momentos su posición pesa más que, por ejemplo la BaFin, la Oficina Federal de Control Financiero alemana. En caso de que un banco se encuentre en aprietos, la supervisión europea entra en acción y decide los pasos a dar para su rescate. Además, estas instancias tendrán la capacidad de prohibir negocios especialmente peligrosos.

Competencias claras, hasta ahora

Sven Giegold, parlamentario europeo por Los Verdes y experto en finanzas, se mostró satisfecho con el acuerdo: “Las nuevas instituciones tienen competencias claras; el Consejo las quería bastante más borrosas”. Con todo, los eurodiputados saben que no deben alegrarse demasiado pronto: los ministros de Finanzas, normalmente bastante escépticos en estos casos, tienen que aprobar el proyecto.

Sylvie Goulard, diputada francesa del partido liberal que tomó parte en las negociaciones, explica que no se trata de desmantelar las instituciones supervisoras nacionales: “se trata más bien de una nueva cultura de la cooperación entre las instituciones nacionales”.

Autor: Peter Heilbrunner/Mirra Banchón
Editora: Emilia Rojas