Suiza en la Eurocopa: amargo debut
7 de junio de 2008
La escuadra anfitriona, Suiza, tuvo un amargo debut en la Copa Euro 2008 al perder frente a su similar de la República Checa por un gol a cero en el partido inaugural del torneo. El partido no fue del todo brillante.
Con todo, Suiza fue quien hilvanó más oportunidades de gol. Sin embargo, se desencajó a finales de la primera mitad cuando perdió al delantero Alexander Frei, que juega para el Borussia Dortmund.
Angustia en St. Jakob
En un duelo individual aparentemente normal frente a Grygera, Frei se torció de fea manera la rodilla y salió de la cancha hecho un mar de lágrimas. Se temía que peligrara su participación en el resto del torneo, pero durante la segunda mitad del partido regresó en muletas a ofrecer apoyo moral a su equipo.
La baja de Frei no solamente causó angustias en la media cancha; también preocupó visiblemente a Jürgen Klopp, ex entrenador de Maguncia que a partir de la próxima campaña se hará cargo del Borussia Dortmund. Klopp comentaba las incidencias del partido inaugural para la televisión pública alemana cuando se produjo la lesión de su pupilo.
Efectividad checa
Por parte del cuadro checo, el técnico Brückner sacó al delantero Jan Koller, que milita en el FC Nürnberg de la Bundesliga, para meter a Sverkos. El relevo funcionó.
El equipo visitante mostró por fin algo de ambición y, en oportunidad que le obsequió un descuido de la muralla defensiva suiza, Sverkos aguantó la marca al minuto 71 y remató dentro del área con la parte externa del pie derecho para vencer con tiro bajo a Diego Benaglio, portero del Wolfsburg.
Luego del gol, y ante la presión local, el cuadro suizo se lanzó con todo a lograr el empate. El entrenador Kuhn sacó al lateral Lichtsteiner e ingresó al mediocampista ofensivo Johan Vonlanthen, nacido el 1 de febrero de 1986 en Santa Marta, Colombia.
Éste vio la tarjeta amarilla en su primera acción, pero luego, al minuto 80, estrelló un balón en el travesaño ante la frustración del público que colmó el estadio St. Jakob-Park de Basilea.
La suerte no cambió para Suiza. Pese a la insistencia del cuadro rojo, el marcador no se movió al culminar los tres minutos de tiempo extra y, de este modo, la República Checa se adjudicaba los tres primeros puntos de la Copa Euro 2008.
Cónclave futbolística y política
El partido inaugural demostró cuán relevante es el fútbol en general, y este torneo en particular, para la clase política e incluso para la aristocracia europea. En la tribuna, por supuesto, la cúpula del balompié internacional encarnada por el presidente de la FIFA, Joseph Blatter.
Casi junto a él se ubicó el presidente de la UEFA, Michel Platini y a unos cuantos pasos, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso. Apenas atrás, taciturno, observaba el partido el príncipe Alberto de Mónaco.
Culminaba así una jornada agridulce para la afición suiza: con la alegría de ser anfitrión en la fiesta futbolística, y amargura por una derrota que, para muchos, fue inmerecida conforme a lo que sucedió sobre la grama de Basilea.