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Los niños alemanes juegan tradicionalmente

Kay Alexander Scholz (RMR/PK)11 de agosto de 2015

Los niños alemanes no son diferentes a sus padres. Les gustan los juegos de mesa, tomar leche, leer en papel a pesar de Internet y del celular. Según un estudio no se puede hablar de abandono infantil.

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Imagen: picture-alliance/dpa

En julio de 2015, un artículo del New York Times y un documental en Estados Unidos suscitaron un debate sobre las consecuencias del excesivo consumo de medios digitales. Los niños y adolescentes pasan horas delante de una pantalla, se olvidan de comer, de dormir o incluso de ir al lavabo. “Screen addiction” o adicción a la pantalla es el término que se usa para esta enfermedad. ¿Y en Alemania? Por ahora parece ir todo bien.

La editorial Verlag Egmont Ehapa Media investiga desde hace 20 años con qué juegan los niños en casa. La más reciente conclusión del “Análisis de Consumidores Infantiles”: el miedo a que con la revolución digital, que tuvo lugar hace 10 años, los juegos digitales desplazaran a los juegos tradicionales, es infundado, dijo el coordinador del estudio, Ralf Bauer. Animalitos de peluche, piezas de construcción, juegos de cartas y de mesa: “Los juegos en casa siguen siendo tradicionales”, según Bauer. El 80% de los niños de entre 6 y 13 poseen juegos tradicionales. Los pequeños quieren al fin y al cabo tocar, ser creativos y hacer algo que puedan mostrar a los demás, comentó Bauer.

«Mensch ärgere dich nicht!» Spielbrett
Imagen: picture-alliance/dpa

Leer sigue siendo popular

Uno de los puntos principales de dicho estudio es el hábito de lectura de los casi 6 millones de niños que leen en alemán. La editorial espera así poder obtener información para su propia oferta de literatura infantil. “Los libros están de moda y son importantes”, confirmó el gerente de la editorial, Klaus-Thorsten Firning. Para el 73% de las niñas y el 65% de los niños, la lectura es una afición popular en su tiempo libre y en papel. Solo el 12% lee libros electrónicos.

Pero, ¿por qué el mundo digital no ha inundado hasta ahora los dormitorios infantiles? El estudio proporciona posibles razones. Los pequeños entre 6 y 9 no tienen acceso a las pantallas digitales. Solo un reducido número de hasta 13 años tiene una tableta, el 7%. Además, el “factor protector” de los padres es muy alto, asegura Firnig. Los padres precavidos establecen zonas protectoras: los niños solo pueden acceder a ciertas páginas web, durante un tiempo determinado o solo en presencia de uno de sus padres.

El 31% de los encuestados de entre 6 y 9 tienen un celular, y entre los 10 y 13, el 80%. El 50% juega a videojuegos con el celular. La investigación, sin embargo, no refleja cuántas horas pasan los chicos ante la pantalla del celular.

Beber leche y ahorrar

En general, parece ser que los pequeños de la casa saben manejar prudentemente la oferta mediática. Esta conducta sensata también se palpa en otros ámbitos. Por ejemplo, con el consumo de agua y leche. En los últimos años beben más agua que bebidas gaseosas y jugos, con frecuencia, muy dulces, seguida por la leche, que toma el 78%, el 5% más que el año pasado.

Además, los pequeños de la casa son, como típicos alemanes, buenos ahorradores. “Debe ser una cuestión de genes”, dice Bauer sonriendo. El promedio de dinero ahorrado asciende a 738 €. El 60% ahorra el dinero recibido por los parientes por Navidad y el cumpleaños. “La paga” que reciben mensualmente es de 27€, que gastan en dulces y lectura.