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Servicio de inteligencia infiltrado

Christoph Strack
30 de noviembre de 2016

La detención de un fundamentalista islámico que trabajaba en la Oficina de Protección de la Constitución (inteligencia) genera preocupación en la clase política alemana, que exige más controles a la hora de contratar.

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Edificio de la Agencia de Defensa de la Constitución en Colonia.
Imagen: picture-alliance/dpa/O. Berg

Es una señal de alarma y una advertencia para la supervisión de la vigilancia. El caso del islamista infiltrado en la Oficina Federal de Protección de la Constitución (BfV) provocó discusiones en Berlín, donde los políticos profesionales se abstienen por regla general de hacer declaraciones sobre los servicios secretos.

El caso está siendo investigado por la Fiscalía de Düsseldorf, que acusa al supuesto islamista por su posible implicación en la planificación de atentados, revelación de secretos y predisposición al delito. "Obviamente estamos ante un caso de una persona que se ha radicalizado”, explicó Hans-Georg Maasen, director del departamento, a la agencia dpa. La Oficina Federal de Protección de la Constitución es el objetivo de muchos intentos de espionaje estratégico de servicios extranjeros y extremistas. "Por eso hay que ser especialmente cuidadosos con la información privilegiada”, continúa Maasen.

Aunque él no quiso hacer más declaraciones, su superior, Thomas de Maiziere, ministro del Interior, no dudó en alabar el rendimiento del cuerpo por haber descubierto a un infiltrado que trabajaba allí desde abril. Curiosamente, fue descubierto por otro empleado del BfV al levantar sospechas en una conversación por cha,. El ministro también advirtió que se debe tener cuidado a la hora de contratar personal para la BfV.

"Sin duda, un caso especial"

Más concreto en sus declaraciones fue Tobias Plate, portavoz del Ministerio del Interior, en una conferencia de prensa: "No se conocen casos similares recientes". Por lo tanto, tampoco se podría hacer una estadística, porque "sin duda se trata de un caso especial”.  Plate se refirió también a que el número de empleados del cuerpo aumenta desde hace años.

Conferencia de Otoño de los responsables alemanes de Interior.
Conferencia de Otoño de los responsables alemanes de Interior. Imagen: picture-alliance/dpa/O. Dietze

Actualmente, trabajan allí unas 2.800 personas y se espera que todavía se contraten más. Las ofertas están accesibles en la página web y el procedimiento parece estar abierto. Por ejemplo, el que hable árabe tendría buenas oportunidades, como sucedió con el sospechoso convertido, procedente de España.

El Parlamento insta a clarificación

Según Plate, no se conocen problemas concretos relacionados con los puestos de trabajo en el BfV. Pero después de las investigaciones, "habrá que aprender del caso”. Aunque  todavía es pronto para sacar conclusiones concretas.

Desde el Parlamento, Burkhard Lischka, el experto de Interior del SPD, dijo que " es el momento de aclarar cómo fue a parar ese empleado al BfV a pesar de los controles de seguridad”. Lischka advirtió además de una "vulnerabilidad potencial”, un tema que conoce de cerca como miembro de la Comisión de Control Parlamentario para el seguimiento de los servicios secretos.

En el Grupo de los Verdes, Konstantin von Notz instó en una entrevista a aclarar rápidamente el daño causado y se mostró intranquilo por el hecho de que "se haya reparado en el sospechoso por casualidad”.  Su compañera de partido Irene Mihalic  fue aún más lejos exigiendo un control riguroso de los agentes, refiriéndose sobre todo a la extrema derecha. Según dijo a la dpa, los grupos nazis también podrían haber infiltrado a sus empleados en el cuerpo.