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Seis décadas en el trono

2 de junio de 2012

Nadie pensaba que algún día llegaría a ser reina, y sin embargo, cumple 60 años al frente de la monarquía más célebre del planeta.

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Imagen: picture-alliance/dpa

Primeros ministros que van y vienen, matrimonios reales forjados y rotos... el mundo sigue girando, pero una cosa permanece: la reina Isabel II de Inglaterra, con 60 años en el trono, es la gran constante de la monarquía británica, aunque en realidad su vida podría haber ido por derroteros muy diferentes.

Cuando vino al mundo el 21 de abril de 1926 como la nieta del rey Jorge V en Londres nadie pensaba que sería reina. El sucesor al trono era su tío Eduardo VIII, pero su amor por la actriz estadounidense divorciada Wallis Simpson le hizo renunciar a la corona. Entonces el padre de Isabel se convirtió en rey en 1936, con el nombre de Jorge VI.

Isabel, de 86 años, comenzó pronto los preparativos de su futuro papel y ya como adolescente empezó a aparecer públicamente. Su primer discurso en la radio lo hizo con sólo 14 años, en plena guerra. Y antes de que la contienda terminada se unió a un servicio de ayuda militar para mujeres, se sacó el carnet de conducir y se formó como mecánica.

Con 13 años conoció a su futuro marido, el príncipe Felipe, y se enamoró. Se casaron en 1947.

Después de la boda vivió con el oficial de la Marina en Malta, en lo que denominó como la época con menos preocupaciones y responsabilidades de su vida. En noviembre de 1948 nació su primer hijo, el príncipe Carlos y dos años después le siguió la princesa Ana.

Cuando su padre murió en 1952 e Isabel tuvo que ocupar el trono, tenía 26 años. Sus otros dos hijos, Andrés y Eduardo, nacieron cuando ya era reina.

Al contrario que el resto de su familia, ha tenido hasta hoy una vida sin escándalos, como jefa de Estado de toda la Commonwealth, que abarca 16 Estados, desde Canadá hasta Tuvalu.

Su sentido del deber, su disciplina y su olfato para hacer lo correcto le valieron el respeto de su pueblo durante décadas.

Sin embargo, la muerte de la princesa Diana abrió una auténtica crisis en la realeza británica. En lugar de guardar luto públicamente junto con cientos de miles de británicos, Isabel prefirió retirarse con Felipe y el resto del clan Windsor a Escocia. Pero esos tiempos parecen olvidados en el año de su 60 aniversario en el trono.

Fuente: DPA

Editor: Enrique López