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El laboratorio electoral de Alemania

Volker Wagener
13 de mayo de 2017

El estado federado de Renania del Norte-Westfalia es muchas cosas a la vez: miniatura de la federación, núcleo económico y espejo sociológico de Alemania. Pero hay puntos de crisis que coinciden con la elección estatal.

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Deutschland Landtagswahl NRW Symbolbild
Imagen: picture-alliance/dpa/O. Berg

Torsten Albig lo arruinó. Los socialdemócratas del SPD están furiosos con el político que el pasado domingo (08.05.2017) fue depuesto por los electores como ministro presidente de Schleswig-Holstein. En la recta final de la campaña, Albig decidió mezclar lo privado con lo político al revelar a la revista "Bunte” por qué su matrimonio fracasó, y además, cómo le compró un bolso nuevo a su nueva pareja. La historia no cayó nada bien: le costó al SPD tres por ciento de votos, y la victoria.

Un bastión socialdemócrata

A nivel nacional, los socialdemócratas se encontraban en favorable posición desde que Martin Schulz se posicionó como el rival de Merkel de cara a las elecciones federales de septiembre próximo. Pero la derrota en Schleswig-Holstein detuvo la locomotora del SPD y Schulz. Este 14 de mayo se producirá otra prueba crucial. Se realizarán elecciones en el estado federado más grande de Alemania, en lo que es considerado como la única auténtica prueba electoral hacia los comicios federales. En Alemania se dice "cuando Renania del Norte-Westfalia tose, a Berlín le da gripe”. El estado federado de 18 millones de habitantes es sumamente importante.

Hannelore Kraft, ministra presidenta de Renania del Norte-Westfalia (archivo)
Hannelore Kraft, ministra presidenta de Renania del Norte-Westfalia (archivo)Imagen: picture-alliance/dpa/M. Reichel

Además, Renania del Norte-Westfalia ha sido tradicionalmente un bastión del SPD. Solamente ha habido un ministro presidente cristianodemócrata en medio siglo. El estado, cuya conformación actual fue decidida por los británicos luego de la Segunda Guerra Mundial, al unir la zona norte de Renania con Westfalia, es un gigante político y económico. Uno de cada cinco electores a nivel nacional vive en Renania del Norte-Westfalia. No importa el parttido: sin diputados de este estado es difícil organizar mayorías en Berlín.

Aún cuando la última mina cerrará sus puertas el próximo año, en ese estado se forjó la industria pesada de Alemania. Actualmente, Renania del Norte-Westfalia es el estado federado con más empresas que cotizan en la bolsa de valores en Alemania.

Grande, pero débil

Pero el estado federado se tambalea. El desempleo (7,7 por ciento en 2016) a descendido, pero la proporción de parados de Renania del Norte-Westfalia en el total nacional llega entre tanto a 27 por ciento (en 2010 era de solo 24 por ciento). Desde hace años crecen continuamente los niveles de pobreza.

En el panorama educativo, se reprocha al gobierno estatal con sede en Düsseldorf invertir menos por alumno que cualquier otro estado federado. En la estadística criminal, Renania del Norte-Westfalia tampoco sale bien parada. La proporción de casos resueltos es de 50 por ciento, mientras que Baviera alcanza el 66 por ciento. Y en cuanto a la deuda pública, se habla de "un panorama  griego”.

Renania del Norte-Westfalia es campeona en atascos de tráfico. En ninguna otra parte de Alemania pierden tanto tiempo los conductores. No todo se puede atribuir a la ministra presidenta socialdemócrata Hannelore Kraft. Pero son los temas que resalta su oposición cristianodemócrata.

La CDU espera sacar provecho del "efecto Merkel"
La CDU espera sacar provecho del "efecto Merkel"Imagen: DW

Un candidato gris y una mujer fuerte

Hannelore Kraft es originaria de la Cuenca del Ruhr y tiene buen trato con las personas. Habla con desconocidos como si todos los días almorzara con ellos. Tiene ya siete años en la gubernatura estatal, pero muestra algunos signos de debilidad. El SPD tampoco es invencible como antaño; de hecho, su mayor ventaja radica en la debilidad de la CDU estatal. No en vano es que se bromea sobre Armin Laschet, el rival de Kraft, diciendo que es muy débil ("lasch” en alemán).

Kraft aventaja en las encuestas, a veces por margen estrecho, otras no tanto. Ambos sacan provecho de acontecimientos globales, ya sea el "brexit”, el populismo de derecha, o Donald Trump: los partidos del centro político parecen vivir un auge en el estado alemán, como garantes de tranquilidad.

Para el 14 de mayo, los encuestadores prevén que los liberales del FDP capten cerca de diez por ciento de los votos. Esto los pondría como posibles aliados de coalición.

Sin miedo a AfD

La lucha entre el SPD y la CDU, la reinvención de Los Verdes y el furor en torno al nuevo FDP han marginado a los populistas de derecha de AfD (Alternativa para Alemania). Proyecciones de voto otorgan a este partido niveles moderados: se prevé que lleguen al Parlamento estatal, pero sin rebasar el 10 por ciento.

Renania del Norte-Westfalia no es pionera en cuanto a coaliciones entre el SPD y Los Verdes, aunque contribuyó de manera relevante a la coalición Schröder-Fischer a nivel federal, en 1998. Se habla desde hace tiempo de una posible alianza entre la CDU y Los Verdes, pero no parece muy probable. Lo mismo puede decirse de una posible coalición "Jamaica” entre la CDU, el FDP y Los Verdes, pues éstos no lo desean. Una cosa es clara: pocos quieren una gran coalición a nive estatal, y, si se produce, ésta no tendría repercusiones a nivel federal, pues ahí ya gobierna tal alianza.