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Reconciliación, menos mal

Agencias/Pablo Kummetz31 de octubre de 2008

Michael Ballack seguirá siendo el capitán de la selección alemana, decidió el entrenador, Joachim Löw, tras una conversación con el jugador del Chelsea.

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Michael Ballack (dcha.) y Joachim Loew: de nuevo amigos.Imagen: AP

Löw decidió no aplicar sanciones contra Ballack, pese a los fuertes ataques que éste le dirigió recientemente en una entrevista con un diario, se lee en un comunicado difundido hoy por la Asociación Alemana de Fútbol (DFB).

Según la misma fuente, en la reunión privada que ambos mantuvieron el jueves por la tarde en la sede de la federación en Fráncfort, Ballack pidió disculpas personalmente a su entrenador, cuyo estilo y conducción había criticado. El fin de semana ya le había remitido sus disculpas en un comunicado.

La semana pasada, el presidente de la DFB, Theo Zwanziger, que criticó duramente a Ballack por hacer sus afirmaciones en público, había recalcado que Löw tenía "manos libres para tomar las medidas que considere necesarias e indispensables". Ballack estaba por lo tanto advertido.

"Es importante que hayamos mantenido esta conversación con franqueza", señaló en el comunicado emitido hoy Löw, quien al enterarse de las críticas de Ballack reaccionó con gran enojo y exigió una disculpa inmediata.

También el capitán tiene que acatar las reglas

"Michael Ballack sigue siendo mi capitán. Pero también como capitán tiene que acatar las reglas. Él sabe que puede hablar de todo internamente cuando quiera. Pero todas las decisiones deportivas y relacionadas con el personal las tomará finalmente nuestro equipo de entrenadores, y eso se lo he dejado inequívocamente claro a Ballack", agregó Löw, sin dejar dudas en cuanto a quién manda en la selección alemana de fútbol.

Ballack fue claro en su disculpa. "He comprendido que no fue correcto dirigirme a la prensa y lamento haber dado la impresión de que quería criticar a Löw en su posición como entrenador. Por eso ya me he disculpado ante él", dijo por su parte el mediocampista del Chelsea, que según la DFB viajó a Fráncfort a petición de Löw y regresó a Londres al finalizar la conversación.

Ballack, que lleva jugados 89 partidos para la selección, subrayó además que tras la reunión con el seleccionador no le queda ninguna duda de que el equipo podrá "conseguir sus objetivos en un buen ambiente".

La sangre no llegó al río

En Alemania se especuló mucho en los últimos días con la posibilidad de una expulsión de Ballack, que sería la segunda después de que Kevin Kuranyi fuera eliminado por Löw de la nómina de seleccionados.

El jugador del Schalke 04, aparentemente frustrado, se había alejado sin permiso y sin aviso del reciente partido eliminatorio para el Mundial 2010 contra Rusia, que había debido contemplar desde una tribuna por no figurar siquiera entre los suplentes para ese encuentro.

Löw y Ballack libraron durante días una guerra por el poder interno en la selección alemana, y ante el peligroso cariz que tomó el asunto, Franz Beckenbauer, "patrón" del fútbol alemán, que también había criticado al jugador del Chelsea por hablar a través de los medios, advirtió a Löw de no tomar decisiones apresuradas.

"Espero que no se llegue a la fractura total. Una selección nacional sin Ballack es, en estos momentos, impensable", dijo el "Kaiser". Por otra parte, la decisión de Ballack le facilitó las cosas a Löw, no dejando que la sangre llegara al río.