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Nueva presidenta

Enrique López Magallón7 de marzo de 2012

Con fama de rígida y exigente, la ingeniera química Graça Foster asumió el mando como presidenta de Petrobras. En Brasil aún muy pocas mujeres ocupan cargos jerárquicos en las empresas y en la política.

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Graça Foster, nueva presidenta de Petrobras.
Graça Foster, nueva presidenta de Petrobras.Imagen: picture-alliance/dpa


En Brasil, y en todo el mundo, aumenta la curiosidad acerca de la ingeniera química Graça Foster, la primera mujer al mando de la mayor empresa brasilera, que es quinta en el ranking mundial de la industria petrolera. Como adelanto al 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, DW le brinda un panorama acerca de la carrera de esta ejecutiva brasileña.

Maria das Graças Silva Foster –así se llama la nueva presidenta de Petrobras- ya está acostumbrada a desempeñarse en cargos jerárquicos. Foster, que actualmente ocupa el puesto de directora de Gas y Energía de Petrobras, ya dirigió las subsidiarias Petroquisa y Petrobras Distribuidora. Entre el 2003 y el 2005 fue secretaria de Petróleo y Gas del Ministerio de Minas y Energía de Brasil, designada por la entonces ministra de la cartera, quien hoy es presidenta de Brasil: Dilma Rousseff.

El anuncio oficial de que Graça Foster sería la sucesora de José Sérgio Gabrielli, quien administró esa empresa estatal desde el 2005, se produjo el 9 de febrero, luego de la reunión del consejo de administración. Pero sólo se trata de una formalidad, ya que la nominación de Foster fue encaminada por el propio presidente del consejo y ministro de Hacienda, Guido Mantega.

El mundo de los “buenos muchachos”

Foster continúa su carrera en un ambiente esencialmente masculino. En ninguna de las grandes compañías petroleras de la actualidad hay una mujer que tenga la última palabra. Pero la competencia femenina ya es tema en los consejos de dirección de gigantes como la estadounidense Chevron, la rusa Gazprom y la francesa Total. Curiosamente, en las dirección de las dos mayores empresas chinas del sector, PetroChina y Sinopec, las mujeres brillan por su ausencia.

Cuando el consultor Ken Arnold, del grupo Worley Parsons –socio en proyectos importantes de BP y de ExxonMobil- entró en el sector, en 1964, no había ni siquiera mujeres con título de ingeniera. “Por aquellos días, las empresas estaban administradas por ingenieros que iban escalando posiciones. Hay muchos casos todavía en los que se continúa con ese estilo”, relata Arnold.

En pocas empresas de Brasil hay mujeres ocupando altos cargos.
En pocas empresas de Brasil hay mujeres ocupando altos cargos.Imagen: dapd

En casi 50 años, muy poco ha cambiado. “En esa época, el liderazgo de muchas industrias petroleras pasó de manos de funcionarios técnicos a una combinación de áreas técnicas y financieras, y en ese sector hay gran representación femenina”, dice el experto. Pero todavía es muy común la mentalidad que catapulta a los “buenos muchachos” a los puestos de poder en la industria, reconoce Arnold. Según el consultor, entretanto, cada vez más mujeres llegan a la cima.

Evolución brasileña

En Brasil se está produciendo un progreso en cuanto a igualdad de género desde que Dilma Rousseff asumió el gobierno como la primera presidente en la historia de ese país. Con la jefa de Estado, otras profesionales lograron también llegar al poder: nueve de los 38 ministerios son administrados por mujeres. En la era de Lula fueron cuatro, incluyendo a la actual presidenta, exministra de la Casa Civil (Presidencia), la cartera más influyente de ese país y cuyo titular es visto como una especie de primer ministro, y de Minas y Energía.

Poco tiempo después, las mujeres ganan terreno en el escenario político brasileño. Desde 1999 al año 2000 no había mujeres en los gabinetes ministeriales. Entre el 2003 y el 2006, representaban un 10,7 por ciento, y entre el 2007 y el 2010, un 14,8 por ciento, mientras los hombres siguen representando un 85,2 por ciento. La misma tendencia se observa en el Senado y en la Cámara de diputados de Brasil.

La presidenta Rousseff fortaleció el Programa Pro Igualdad de Género y Raza, creado en 2005 en cooperación con la ONU Mujeres, con la intención de valorar y estimular el ascenso de las mujeres a cargos de poder y de toma de decisiones. Las empresas públicas que adhieren al programa y son fieles a esos objetivos obtienen un sello de reconocimiento. Las adhesiones aún son escasas: de las 122 que participaron hasta ahora, sólo 92 fueron premiadas.

Dilma Rousseff, presidenta de Brasil, promueve la igualdad de género y raza.
Dilma Rousseff, presidenta de Brasil, promueve la igualdad de género y raza.Imagen: picture-alliance/dpa

En el mercado de trabajo, las estadísticas todavía muestran una tendencia a continuar en el pasado. El Anuário das Mulheres Brasileiras, organizado por el Departamento Intersindical de Estadísticas y Estudios Socioeconómicos (Dieese), revela que la mayoría de las mujeres que trabajan en la actualidad se desempeñan como empleadas domésticas (17 por ciento). Le siguen las empleadas de comercio y servicios (16,8 por ciento), y, en último lugar, las de educación, salud y servicios sociales (16,7 por ciento).

Un ejemplo raro

En el universo de 97,3 millones de mujeres que pueblan Brasil –cuatro millones más que el total de hombres- son pocas todavía las que poseen un perfil similar al de Graça Foster. La ingeniera química, que recorrió 32 años de carrera en Petrobras, ganó varios premios como ejecutiva y apareció en el ranking internacional de las 50 mujeres en ascenso en el mundo de los negocios del Financial Times.

Con su fama de ser rígida y extremadamente exigente, Foster pasó a dirigir un presupuesto de 224.700 millones de dólares, previsto en el Plan de Negocios de Petrobras para el período 2011-2015. Todo indica que la compañía también emprenderá bajo su mando las exploraciones más ambiciosas de la reserva petrolífera de la “Camada Pre-Sal”.

Autora: Nádia Pontes/ Cristina Papaleo
Editor: Enrique López

Nota: La “Camada Pre-Sal” es una faja de terreno submarino de unos 800 kilómetros, que se extiende entre el litoral de los estados de Espíritu Santo y Santa Catarina. Allí se encontró petróleo debajo de una extensa capa de sal. De allí su nombre.