Prohibición de fumar se extiende en Europa
31 de diciembre de 2007
En la tierra de los Gitanes y los Gauloises, sus habitantes no podrán gozar más del más sencillo como antiguo de los placeres. Sentarse a saborear un buen café acompañado de un cigarrillo. Junto con Francia, la campaña contra el humo se extiende en numerosos países a lo largo y ancho de Europa, lo que obliga a propietarios de restaurantes, bares y cafés a contar con zonas especiales para fumadores.
Aunque el país galo cuenta desde febrero del 2007 con una de las legislaciones anti-tabaco más rígidas de Europa, que comprende una prohibición absoluta de fumar en lugares públicos y centros laborales, ahora quien quiera volver a tomar un café con un cigarrillo en un restaurante, bar o café, deberá ingresar a un cubículo para fumadores de 35 metros cuadrados, herméticamente cerrado, al que no entrarán ni los meseros. Tampoco podrá fumarse libremente en discotecas y casinos.
La humareda se desvanece
También en Holanda el fumador irredento tendrá complicaciones para seguir echando humo. A partir del nuevo año no se podrá fumar en bares ni hoteles. Y en Alemania la legislación anti-tabaco avanza en ocho estados federados. En Berlín entra en vigencia una estricta prohibición anti-tabaco en bares y restaurantes, pero podrá haber zonas para fumadores estrictamente separadas. En discotecas en donde puedan entrar menores de 18 años habrá prohibición total. Con ello ya son 11 de los 16 estados federados que introducen medidas anti-tabaco. Los 5 estados federados faltantes introducirán sus respectivas prohibiciones hasta el próximo verano. Por lo menos seguirá habiendo “fumaderos”, en muchos de estos Länder, como en Francia.
No así en Baviera, en donde la legislación es la más rígida de toda Alemania. En los bares de Múnich que se olvide el visitante de sacar su pecadora cajetilla a la vista pública. Aquí no habrá “fumaderos”, ni en restaurantes ni discotecas. Los bávaros tendrán que acostumbrarse a celebrar su legendaria Oktoberfest, la mayor fiesta mundial en torno a la cerveza, sin oler ni aspirar el humo del tabaco.
Fumadores ofuscados
Propietarios de restaurantes y bares temen pérdidas millonarias y algunos están organizando la resistencia con una demanda ante el Tribunal Constitucional. Muchos se quejan de que Alemania se convierte cada vez más en una República de Prohibiciones. Las violaciones a los nuevos reglamentos serán castigadas con multas que van desde 100 euros para la clientela y de hasta 1 000 euros para hosteleros y taberneros.
En la isla de Wangerooge, en el mar del norte, un hombre de 20 años golpeó a un tabernero con una botella de cerveza en la cabeza cuando éste le pidió que apagara su cigarrillo. No será ni la primera ni la última agresión de un ofuscado fumador que siente atropellada su libertad personal. Menos mal que hay fumadores más razonables, como los mayores de 50, que se proponen dejar de fumar en año nuevo para, de paso, no complicarse la vida.