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Predicar por el clima

Michaela Führer / CS2 de abril de 2013

Pecadores del clima o apocalipsis climático: el debate medioambiental adopta rasgos místicos. ¿Quizás porque el 80% de la humanidad es creyente? Los predicadores quieren convertir a sus fieles en amigos del clima.

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Imagen: CC/vipez

En el siglo XII, San Francisco de Asís predicó que el ser humano debe respetar a todas las criaturas y al medio ambiente. El recientemente elegido nuevo líder de la Iglesia Católica, el Papa Francisco, resaltó la importancia que tiene este principio aún hoy en día en la homilía de la misa de inicio de su pontificado. “Seamos custodios de la creación, del designio de Dios inscrito en la naturaleza, guardianes del otro, del medio ambiente; no dejemos que los signos de destrucción y de muerte acompañen el camino de este mundo nuestro”, dijo.

No solamente en el cristianismo se discute la relación entre el hombre y la naturaleza, sino también en todas las religiones del mundo. Ellas juegan un papel esencial para gran parte de la humanidad, ya que más del 80 por ciento de las personas cree en un poder superior.

Los líderes espirituales poseen una gran autoridad

Los líderes espirituales son los que deciden qué temas se convierten en el centro de interés. Son ellos quienes interpretan las sagradas escrituras y deciden qué pasajes destacar de forma especial. "Influyen en la visión que las personas tienen del mundo y, con ello, en sus actos", escriben los etnólogos estadounidenses James Peoples y Garrick Baley en su trabajo "Humanity" ("Humanidad").

Los líderes espirituales poseen una gran autoridad en muchas regiones del mundo. Ofrecen orientación a sus respectivas sociedades, reglamentan la convivencia, disponen qué rituales hay que llevar a cabo en el matrimonio, la muerte o las disputas y explican lo misterioso y místico. Con ello determinan, en un cierto grado, los actos de sus feligreses. Los líderes religiosos pretenden aprovechar dicha circunstancia para transformar a sus seguidores de "pecadores" del clima a amigos del medio ambiente.

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¿Qué se debe hacer? Los líderes religiosos muestran el camino.Imagen: CC/khym54

Predicar la protección del medio ambiente

Hinduistas, cristianos, musulmanes o seguidores del Sijismo; el cambio climático amenaza a todos por igual. En la “Declaración de las Religiones sobre el Cambio Climático”, los representantes de más de 100 grupos religiosos y no-religiosos hicieron un llamamiento a los jefes de Estado para que se pongan de acuerdo en objetivos vinculantes con el propósito de mitigar el cambio climático.

Ya en el año 2009, representantes de 30 religiones y grupos interconfesionales se reunieron en el palacio británico de Windsor con motivo de la Conferencia Climática de ámbito religioso "Many Heavens, One Earth" ("Muchos Cielos, una única Tierra"). Da igual si hinduistas, cristianos, musulmanes o seguidores del Sijismo: el cambio climático los amenaza a todos. Pero no quieren predicar solamente desde el púlpito, sino proteger el medio ambiente con proyectos concretos. Por ejemplo, los budistas chinos y los taoístas quieren limitar el número de varillas de incienso a tres por persona y, con ello, reducir la contaminación del aire. Por su parte, la Iglesia Anglicana y el Sijismo pretenden instalar más paneles solares en los tejados de sus templos.

Por lo visto, los líderes espirituales africanos quieren, en primer lugar, educar a sus feligreses: en 2010 acordaron en una declaración tratar regularmente la cuestión del cambio climático en sus sermones. Destacando aquellos versículos relevantes de las Sagradas Escrituras que hablen del papel del hombre y la naturaleza. El objetivo, despertar el interés de sus feligreses por una forma de vida respetuosa con el medio ambiente.

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Budistas chinos y los taoístas quieren limitar el número de varillas de incienso a tres por persona y, con ello, reducir la contaminación del aire.Imagen: CC/kevinpoh

Un árbol por boda

En Uganda, el encargado de predicar es el líder religioso de los musulmanes en el país, Mufti Mubajje. Cada semana sermonea a sus fieles sobre cómo pueden proteger el medio ambiente: no talar árboles, consumir menos carbón, plantar un árbol. Y es que en este país del Este de África, muchos de sus habitantes contribuyen a la deforestación talando árboles para utilizarlos como material para la construcción o simple combustible. Zonas selváticas enteras ya han sido destruidas.

Un obispo de la Iglesia Anglicana de la región de Bunyoro, al Oeste del país, contribuye especialmente a la reforestación. Sólo casa a las parejas o bautiza a los bebés si sus feligreses han plantado un árbol con anterioridad. En todos los casos, se trata de proyectos que cuentan con el apoyo de organización internacionales, como el instituto cultural británico British Council.

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Plantar árboles: una tradición sagrada.Imagen: CC/350.org

Ya sea mediante la reducción del uso del carbón, menos palillos de incienso o más árboles, lo que les importa a los predicadores no es cómo y cuánto protegen los fieles; lo importante es que lo hagan. Porque como bien lo explicó el obispo Desmond Tutu, Premio Nobel de la Paz, en el marco de la Conferencia del Clima de Copenhague en 2009, "solo tenemos un mundo. Este mundo. Si lo destruimos, ya no tendremos nada". Moisés, probablemente, le habría dado la razón.

Autora: Michaela Führer / CS
Editor/a: Lydia Aranda Barandiain