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Policía, ejército y marina de Brasil ocupan Complexo Alemao, Río de Janeiro

28 de noviembre de 2010

La intervención policial y militar que culminó este domingo (28.11.2010) es parte de una estrategia que busca acabar con el crimen en Río de Janeiro. Deben buscarse soluciones más integrales, opina especialista alemana.

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Aspecto del operativo policial de este fin de semana en Brasil.Imagen: AP

Unidades del Ejército y la policía brasileña iniciaron este domingo (28.11.2010) el asalto de la barriada de favelas Complexo do Alemao, en la la zona norte de Río de Janeiro, informan hoy medios locales en base a autoridades de las fuerzas de seguridad.

A las 8:00 de la mañana (10:00 GMT) arrancó el operativo en el que participan unos 2.500 mil uniformados de la policía militar, la civil y la federal con el apoyo de las Fuerzas Armadas.

Medios brasileños y agencias informativas afirman que la intervención terminó a menos de dos horas de su comienzo, sin que se presentara gran resistencia armada por parte de las bandas criminales.

Los agentes de seguridad mantienen la región aislada desde el viernes, cuando centenares de narcotraficantess llegaron al lugar de infraviviendas huyendo de las favelas de Vila Cruzeiro, también tomada a la fuerza por la policía.

Brasilien / Rio / Drogen
Fueron convocados agentes de la policía civil y militar.Imagen: AP

Pocos se entregaron

El sábado, el Gobierno ofreció la rendición a los presuntos delincuentes y dio un ultimátum para su entrega, pero pocos se presentaron. Uno de ellos es uno de los narcotraficantes más conocidos, apodado "Mr. M". Éste compareció ante la policía acompañado de su madre y de pastores de una iglesia evangélica.

Esta mañana, antes de que empezase el asalto policial por las angostas calles de las favelas, una pareja fue arrestada bajo la acusación de haber lanzado una bomba a los policías.

En el operativo participan blindados del Ejército y la Marina, así como helicópteros que sobrevuelan la zona. Según el secretario de seguridad del Estado de Río de Janeiro, el Complexo do Alemao alberga a los más peligrosos narcos de la ciudad, quienes serían los responsables por los incendios de coches y autobuses, ataques con armas automáticas a puestos de la policía y múltiples asaltos registrados recientemente.

Esta ola de crímenes empezó el último domingo, 21 de noviembre, y, según estimó el gobernador Sérgio Cabral, son una respuesta del crimen organizado a la política de pacificación de favelas, basada en la expulsión de los narcos por parte de la tropa de choque y el despliegue de Unidades de Policía Pacificadora (UPP).

Intervención sin precedente

La audacia de los criminales en el empleo de la violencia y el uso de armamento pesado no es una novedad para los ciudadanos de Río de Janeiro. Sin embargo, especialistas consideran que la respuesta del Estado brasileño a la serie de ataques orquestada por las organizaciones criminales a lo largo de la semana fue sorprendente.

Brasilianische Polizei stürmt Armenviertel in Rio Flash-Galerie
Algunos criminales se han entregado; otros se resisten.Imagen: AP

Según Vinícius Cavalcanti, asesor de la secretaría de Seguridad Nacional, la de este fin de semana es la mayor movilización policíaca en la historia de Río de Janeiro. "Fueron convocados agentes del Estado, policías civiles y militares que se encontraban fuera de servicio", destaca.

La secretaría de Seguridad de Rio de Janeiro divulgó que los atentados contra la red de transporte público y vehículos privados fueron una represalia por la instalación de las Unidades de Policía Pacificadora (UPP) en favelas de la capital carioca, en un proceso que comenzó en diciembre de 2008.

Llegaron y se quedarán

A lo largo de la semana, la policía concentró sus acciones en Vila Cruzeiro, debido a que no cuenta con fuerzas suficientes para actuar de manera simultánea en todas las regiones en las que está presente la criminalidad.

"Se sabía que la intervención en Vila Cruzeiro sería un duro golpe porque la región ha sido puerto seguro para los traficantes que se habían refugiado en las 'áreas pacificadas'. Estos ataques adelantarán todo el proceso", dice el entrevistado, que pidió no ser identificado. El ejército y la policía han dicho que permanecerán en la zona.

Aprender de Medellín

La estrategia que siguen las fuerzas policiacas y militares en Río de Janeiro tomó como base la experiencia en Medellín. En la ciudad colombiana ocurrieron 1.250 muertes de enero a agosto de este año, en enfrentamientos entre la policía y criminales, así como en disputas entre éstos y grupos paramilitares.

Sabine Kurtenbach, especialista en América Latina del instituto especializado GIGA, con sede en Hamburgo, dice que es necesario investigar por qué la violencia ha regresado a estas ciudades latinoamericanas. "La desigualdad social es demasiado acentuada y se necesita combatirla a través de inversiones", señala la investigadora alemana.

Brasilianische Polizei stürmt Armenviertel in Rio
Desde el viernes pasado se encuentran la policía y el ejército en las calles de Complexo Alemao.Imagen: AP

Kurtenbach indica que una posible solución combinaría el fortalecimiento del estado de derecho y la integración social de las comunidades. "No basta una política que únicamente se componga de seguridad y desarrollo. Eso no funciona. También es preciso incorporar el elemento de la integración social."

"La migración del crimen"

Vinícius Cavalcante recuerda que la implementación de este modelo de seguridad en Rio de Janeiro ha sido menos sangrienta que en Medellín, debido a que las ocupaciones de las favelas por parte de la policía fueron anunciadas con antelación.

Así, "en Río de Janeiro los criminales consiguen darse a la fuga. En Colombia, los teleféricos, las bellas escalinatas y las plazas de Medellín y Cali a menudo fueron erguidos sobre los cadáveres de delincuentes comunes", afirma el especialista brasileño, quien visitó Colombia para conocer el proyecto en el que se inspiró la fundación de las UPP.

Esto trae consecuencias. Con la expulsión de los líderes del narcotráfico y la implantación de las UPP en Río de Janeiro, la criminalidad emigra hacia otras ciudades y regiones. El fenómeno ya fue detectado y es debatido por los gobiernos municipales, sin que se hayan anunciado las medidas para combatirlo.

Autor: Márcio Pessoa / dp / elm

Editora: Lydia Aranda