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Paros en Francia se endurecen con bloqueos de refinerías

24 de mayo de 2016

El país se acerca a un posible desabasto por la falta de actividad en refinerías y depósitos petroleros. Los sindicatos anuncian nuevas huelgas en los sectores ferroviario y aéreo. Empresarios critican la protesta.

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Aspecto de los bloqueos en Fos sur Mer
Aspecto de los bloqueos en Fos sur MerImagen: Reuters/J.-P. Pelissier

El pulso que lidera la Confederación General del Trabajo (CGT) contra la reforma laboral del Gobierno francés se endureció hoy con los paros y bloqueos de refinerías y depósitos petroleros, que acercan al país al desabastecimiento de gasolina.

A esto se le añade las convocatorias de huelgas que se siguen anunciando y que afectarán en los próximos días al transporte ferroviario, aéreo y metropolitano.

El Gobierno y el presidente de Francia, François Hollande, se esforzaron en plantear la batalla ante la opinión pública con el doble mensaje de que la CGT está tomando como rehén al país y a su economía, y de que no hay desabastecimiento y tampoco riesgo de que se produzca porque se tomarán las medidas policiales que hagan falta.

Lo cierto es que, como reconoció el secretario de Estado de Transportes, Alain Vidalies, un 20 % de las 12.000 gasolineras del país habían agotado total o parcialmente sus tanques y en muchas otras se formaron largas colas de automovilistas para llenar por precaución sus depósitos, lo que hizo que en los tres últimos días se hayan batido todos los récords de consumo.

Antes del amanecer, la escalada de la tensión subió con el desalojo policial de las decenas de militantes de la CGT que impedían la entrada y salida de camiones de los depósitos y de la refinería que la petrolera Esso tiene en Fos sur Mer, cerca de Marsella.

Rechazan violencia

El sindicato, que denunció "un uso inaceptable de la violencia" por parte de los agentes antidisturbios, adaptó a partir de entonces su estrategia con piquetes móviles en las rotondas de acceso a los complejos petroleros de la zona.

De hecho, no sólo las tres refinerías que se encuentran allí están prácticamente paralizadas, sino que las otras cinco que hay en Francia viven una situación similar.

Hollande señaló que aunque puede haber "reivindicaciones legítimas" en las protestas contra su reforma laboral, eso no significa "aceptar lo que hoy es un bloqueo que se basa simplemente en la estrategia de una minoría".

Su primer ministro, Manuel Valls, fue más directo en sus ataques contra "la radicalización de la CGT", cuya actitud descalificó como "indudablemente minoritaria" e "inaceptable" por querer "que los franceses y la economía francesa sean tomados como rehenes".

Por eso, al igual que el titular de Interior, Bernard Cazeneuve, avanzó que habría más operaciones de desbloqueo como la de Fos sur Mer, que se iban a "liberar" otros centros petroleros y que el Estado actuaría con "la mayor firmeza".

Sindicalistas acusan a la policía de uso excesivo de la fuerza
Sindicalistas acusan a la policía de uso excesivo de la fuerzaImagen: Reuters/J.-P. Pelissier

Sindicatos insisten

El presidente de Total, Patrick Pouyanné, amenazó con disminuir las inversiones en sus refinerías en Francia a la vista de las huelgas que han interrumpido su actividad, por considerar que suponen "una forma de ruptura del pacto que vincula (los) empleados a la empresa" al "secuestrar" la herramienta de trabajo por "una causa exterior".

Lejos de amilanarse, el secretario general de la CGT, Philippe Martínez, replicó que las encuestas muestran que un 74 % de los franceses rechazan el proyecto de ley de la ministra de Trabajo, Myriam El Khomri, y reiteró su llamamiento a una "generalización de las huelgas" en todos los sectores.

Si bien las manifestaciones contra la "ley El Khomri" han perdido fuelle en las últimas semanas, con algunas derivas violentas que habían restado popularidad a sus organizadores, el sindicato apuesta por una desestabilización de actividades estratégicas como la energía y los transportes.

Al margen del sector petrolero, mañana se inicia un nuevo paro de dos días en los ferrocarriles (la dirección de la compañía ha avanzado que se cancelarán menos trenes que la semana pasada) y el jueves está convocada una jornada de manifestaciones y paros intersectoriales, que afectarán entre otros al tráfico aéreo.

También el jueves, la CGT ha convocado un paro de dos días en los puertos.

EL(efe, afp)