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Papa en Turquía: no bienvenido

Pablo Kummetz24 de noviembre de 2006

Benedicto XVI visitará Turquía la semana próxima en medio de un clima de rechazo y protestas.

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Benedicto XVI.
Benedicto XVI: una difícil misión.Imagen: AP

Las tradicionales manifestaciones de amistad en Turquía se ven diferentes. "El Papa no debería venir", dice Ibrahim Hache Asear, un diputado del partido de gobierno, AKP, de filiación islámica. Benedicto XVI es "tonto y alevoso", dice el partido islamista SP, que este domingo quiere manifestarse contra la visita. Pero todavía hay más: el Papa es un "cruzado alemán fascista" manifestó un vocero justamente del derechista partido BBP.

No sólo el discurso de Benedicto XVI en Ratisbona durante su reciente visita a Alemania es vista en el mundo islámico como una ofensa y ha provocado disonancias poco antes de la visita del Papa a Turquía, del 28 de noviembre al 1 de diciembre.

El viaje del Papa a Turquía poco antes del importante año electoral 2007 se ha transformado en el país en un tema de política interna. Por ello, la tercera visita de un papa a Turquía será seguramente la más complicada.

Por propia voluntad, al gobierno del AKP, con el primer ministro Recep Tayyip Erdogan a la cabeza, no se le hubiera ocurrido invitar al Papa. Pero se vio obligado, luego que el Papa fuera invitado por el patriarca ortodoxo Bartolomé para conversaciones en Estambul acerca de una aproximación entre las Iglesias Católica y Ortodoxa.

Con el Papa ni en foto

Cuando el Papa en Ratisbona habló de una supuesta tendencia del islam hacia la violencia y la irracionalidad, Erdogan reaccionó consternado. Ahora ha quedado claro que el primer ministro no quiere ni siquiera dejarse fotografiar junto al Papa. Los islamistas radicales podrían utilizarlo como argumento en la próxima batalla electoral.

De cualquier forma, durante la visita del Papa, Erdogan se hallará en la Cumbre de la OTAN. Y en la agenda de su ministro de Relaciones Exteriores, Abdullah Gül, figuran en la misma fecha visitas inaplazables al exterior.

Pero no sólo se trata de la fría actitud del gobierno. En una encuesta, sólo el diez por ciento de los turcos manifestaron saludar la visita del Papa. Los islamistas y los nacionalistas ven en la visita y el rechazo de la opinión pública una oportunidad para acusar al gobierno de traidor del islam y planea espectaculares acciones para hacer tambalear las ambiciones del gobierno de ingreso a la Unión Europea.

Extremas medidas de seguridad

Ello es una de las principales razones por las que unos 15.000 policías serán destinados a garantizar la seguridad durante la estadía de Benedicto XVI en Ankara, Efeso y Estambul.

Nacionalistas se han manifestado ya en Santa Sofía, en Estambul. Otros grupos planean protestar con lanchas en el estuario del Cuerno de Oro contra la visita del Papa e islamistas planean una gran manifestación para el domingo.

El jefe de Policía de Estambul, Celalettin Cerrah, inspeccionó ya todos los puntos neurálgicos de la ciudad. La antigua basílica bizantina Santa Sofía, que Benedicto XVI también planea visitar, tiene ya una custodia policial especial.

El clima preelectoral hace imposible al gobierno de Erdogan defender al Papa de las protestas un año antes de las próximas elecciones parlamentarias. Ese tipo de manifestaciones es "normal" dice el jefe de Gobierno. Otros políticos exigen incluso que las protestas se reflejen más en la actitud de los gobernantes.

Erdogan interesado en la visita

No obstante, Erdogan está interesado en que la visita del Papa sea un éxito, porque él mismo y su país se ven como intermediarios entre Occidente y el mundo islámico.

Por ello, las autoridades turcas y el Vaticano se esfuerzan en lo que queda de tiempo hasta la semana próximo por poner acentos positivos a la visita. Probablemente, el Papa, en la oración del ángelus este domingo en Roma dirija palabras de reconciliación hacia Turquía, según informaron hoy diarios turcos.

Además el Papa reflexiona acerca de visitar en Estambul, además de Santa Sofía, también la Mezquita Azul, como señal de diálogo con el islam. Pero que ese gesto calme a muchos críticos del Papa en Turquía es dudoso. Pablo VI y Juan Pablo II la tuvieron más fácil durante sus respectivas visitas a Turquía en 1967 y 1979 respectivamente.