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Pérez Molina: “La corrupción no es el verdadero problema”

Martin Reischke (EL)25 de enero de 2016

Desde la prisión preventiva, el expresidente de Guatemala, acusado de actos de corrupción, defiende a su Gobierno y se declara inocente. Según él, su caída se debe a intereses creados, y a la injerencia de EE.UU.

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Otto Pérez Molina, en imagen de archivo
Otto Pérez Molina, en imagen de archivoImagen: picture-alliance/dpa/E. Biba

Los guatemaltecos recuerdan a su gobierno como el más corrupto en la historia democrática del país.

Otto Pérez Molina: No estoy de acuerdo. Eso es lo que han querido vender ahora. Pero el tiempo es el que va a poner las cosas en su lugar, y se van a dar cuenta de que todo eso fue un acto montado por varios intereses fuera del país.

¿Qué quiere decir con eso?

Vino una injerencia muy fuerte de Estados Unidos cuando yo estaba de Presidente, el vicepresidente Joseph Biden vino en dos oportunidades a Guatemala, más la visita que hicimos a Estados Unidos. El único tema que a él le interesaba hablar conmigo era que la CICIG (Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala) debería de continuar. Además, me pedía que le ayudara para que también se estableciera una CICIG en Honduras y en El Salvador. Entonces, ahí hay más que una preocupación de luchar contra la impunidad o a favor de la justicia, hay otros intereses que son los intereses de Estados Unidos.

Sin embargo, en Guatemala la CICIG sí se ve como un apoyo muy valioso para la lucha contra la corrupción y la impunidad en el país. Según Usted, suena como si fuera un complot organizado por Estados Unidos.

Lo que planteo es que Estados Unidos ha mostrado cada vez más interés en los tres países del Triángulo Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador). El tema de los menores no acompañados que estaban viajando a Estados Unidos se volvió un tema político, y Estados Unidos ha de haber tomado la decisión de ver cómo se arreglaban esos problemas y por eso empezaron a tener cada vez más presencia y más injerencia en nuestros países. Y como aquí era mucho más fácil que en Honduras y El Salvador porque tenían un instrumento ya que era la CICIG, decidieron aprovecharlo. Decidieron agarrarlo como un plan para demostrar que se pueden hacer cosas que a ellos les interesan hacer para evitar -según ellos- que al final hayan más migrantes, también para que en Honduras y El Salvador, que tienen a Nicaragua de frontera, se evite la presencia de más chinos, de más rusos, y lograr una contención. Es una visión de geoestrategia.

Si Usted lo veía como una injerencia indebida por parte de Estados Unidos, ¿por qué prolongó el mandato de la CICIG el a ñ o pasado?

Uno como presidente no tiene que pensar solamente en la persona, tiene que pensar en el país. Las presiones que tuvimos de Estados Unidos iban no sólo más allá de cortar la cooperación, sino también de ponerle cada vez más restricciones a los productos de Guatemala, y como se sabe las mayores exportaciones de Guatemala van para Estados Unidos. Todo este tipo de presiones fueron las que me hicieron tomar la decisión.

Los guatemaltecos lo ven de una forma diferente. Celebraron el 2015 como un año de triunfo porque ante la presión de la calle dimitió Usted como Presidente, señalado por el Ministerio Público (MP) y la CICIG por actos de corrupción.

Eso es lo que se ha querido levantar por los medios de comunicación, pero la manifestación más grande que tuvimos, calculo que puede haber habido entre 60 y 80 mil personas. Si yo hubiera querido como presidente, hubiera puesto una manifestación de 100 ó 150 mil personas a favor del Gobierno.

¿Por qué Pérez Molina no convocó a manifestaciones a su favor en Guatemala? Siga leyendo ---->

El expresidente Otto Pérez Molina durante la entrevista con Martin Reischke
El expresidente Otto Pérez Molina durante la entrevista con Martin ReischkeImagen: DW/M. Reischke

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Nunca lo hizo.

No lo quise hacer. No quise polarizar más al país y dejé que la manifestación continuara. Aquí hubo un grupo que se encargó, además de esto nosotros sabemos que a través de la embajada y con dinero de Estados Unidos se movieron las redes sociales para incentivar la participación de la población. Dicen que fue espontáneo y que la población salió, pero aquí hubo mucha manipulación también.

¿Usted está diciendo que el movimiento ciudadano de #JusticiaYa fue una marioneta de Estados Unidos?

No es que sea una marioneta. Lo que digo es que mucha gente actuó inocentemente y creyendo, pero lo que estaba detrás moviendo todo esto había unos intereses, unos propósitos y una artículación que estaban haciendo muy claramente. El resultado de toda esta articulación fue que mucha gente decidiera asistir al Parque Central, pero mucha gente que llegaba con cientos de peticiones. Pero algunos medios de comunicación se han levantado de que fue el pueblo que se levantó completamente. Yo gané con casi dos millones y medio de votos. Y la manifestación más grande si mucho llegó a 80 mil personas.

Con el caso de “La Línea” y las manifestaciones el tema de la corrupción se volvió omnipresente en Guatemala ¿Por qué pasó en 2015, dado que ha sido un tema importante en Guatemala desde hace años?

Creo que esto fue una cuestión muy coyuntural. A ciertos sectores – aquí estoy hablando de sectores que sí pueden influir, no estoy hablando de la mayoría de los guatemaltecos– no les interesaba ni que ganara Manuel Baldizón ni que ganara Sandra Torres las elecciones presidenciales. No querían a ninguno de los dos. No respondían a los intereses de ellos y no los veían como un buen presidente a ninguno de los dos. Y dentro de eso, se sumaban Estados Unidos. Es ahí en donde se empieza a dar.

¿Pero Estados Unidos tenía interés en que el nuevo presidente fuera Jimmy Morales?

Ellos estaban muy claros: No querían ni a Baldizón, ni a Sandra Torres. Con toda la claridad. Y cuando empieza a surgir lo de Jimmy Morales, entonces ellos encuentran una alternativa en donde ahí hay un político sin ninguna experiencia, sin ningún equipo, y ellos miran una posibilidad todavía mayor para seguir teniendo o incrementar la injerencia que quieren tener en el país.

¿Usted entiende el rencor de la gente ante actos corruptos?

Por supuesto. Pero este caso en el cual me quieren involucrar –que no tienen pruebas para involucrarme ni las van a tener porque no es cierto– están hablando de tres millones de dólares y hay más de 40 personas que están involucradas en esto, en donde alguien dice de que decían que para el número uno era el 25 por ciento. ¿Usted cree que por 700 mil dólares un presidente se va a involucrar en una organización de este tipo como la que estaban manejando? Sólo basado en la simple lógica, uno dice 'no puede ser que lo crean que sea cierto', que yo como Presidente fuera líder de una organización de este tamaño durante un año para poder ver cómo se robaron 700 mil dólares. Eso es verdaderamente ridículo. Entonces no es así. Y eso lo quisieron hacer el gran caso, por tres millones de dólares, cuando aquí en Guatemala se evaden casi dos mil millones de dólares al año.

Usted está en prisión preventiva porque el MP y la CICIG lo acusan de asociación ilícita, cohecho pasivo y defraudación aduanera. Lo se ñ alan como cabeza de la estructura criminal llamada “La Línea”.

Esta investigación yo se la pedí al Comisionado de la CICIG, y después le dan la vuelta y lo llevan hasta que yo era él que lideraba las aduanas. Sencillamente le habría dicho: No quiero que investigue eso, porque eso ya lo tengo investigado yo, y no se mete en eso, y ahí termina. Pero se lo pedí, porque yo no tenía absolutamente nada que ver. El gran problema que hoy tienen la CICIG y el Ministerio Público es que es una acusación demasiado pobre y con grandes errores que no son los que debería de haber en una acusación seria y formal en contra de un presidente o expresidente. Hablan de que tienen elementos suficientes, porque tienen 100.000 llamadas. De las 100.000 llamadas hay una llamada en la cual yo hablo, que es ilegal porque yo tenía derecho de antejuicio porque era presidente.

¿Traicionó la fiscal general de Guatemala al expresidente guatemalteco? Lea lo que dice al respecto el propio Otto Pérez Molina ----->

Una de las pruebas del Ministerio Público es una llamada con la que se supone que Usted estaba influyendo en las decisiones del superindentente de Administración Tributaria, una institución autónoma.

No. Ahí yo estaba preocupado para que la recaudación subiera, y lo puede averiguar con el superintendente. Cada reunión que tuvimos jamás le dije que hiciera eso o el otro. Lo que le pedía es que mejorara la recaudación.

El MP dice que Usted fue la cabeza de esta estructura criminal y que tiene suficientes pruebas para condenarlo.

Eso es lo ridículo. Y a ellos no les corresponde decir que va a haber condena. Eso lo tiene que hacer un tribunal.

Si lo sentencian, es probable que sea una condena larga y que posiblemente muera en prisión. ¿Cómo se prepara para una situación así?

Si verdaderamente se aplica la justicia, no va a haber condena. De esto estoy más que convencido, porque sé de mi actuación.

Entonces, ¿Usted dice que no existió la estructura criminal „La Línea“?

No, no lo puedo negar, porque eso no es de ahorita, esta estructura viene de años de estar funcionando en el país.

Supongamos entonces que fuera otra persona la cabeza de „La Línea“, cuesta entender cómo es posible que una red criminal y muy compleja pudiera funcionar, llegando a muy altos niveles administrativos, sin que el presidente se diera cuenta.

Hay muchas cosas de las que el presidente no se da cuenta, ni aquí ni en cualquier país del mundo, porque el presidente no puede tener la capacidad para estar metido en todas las dependencias. Tiene que tener a alguien que le reporte, en este caso el superindentente de administración tributaria que le reporta al directorio, porque además es una entidad autónoma.

Al desmantelar la estructura de „La Línea“ junto con la CICIG, la Fiscal General Thelma Aldana se ha vuelto una de las personas más admiradas por los guatemaltecos. Cuando ella ocupó el cargo en 2014, Usted la eligió. ¿Cómo se explica lo que pasó después?

No tengo explicación realmente, no logro entender una situación de estas, donde la Fiscal General se plega completamente a los intereses de la CICIG y a los intereses de los Estados Unidos. Algo tuvo que haber pasado que yo no he logrado de entender.

La explicación más sencilla es que Thelma Aldana sólo hizo su trabajo...

Ella dice que es por el derecho y la lucha contra la impunidad, pero es algo que no logro entender todavía.

El expresidente Otto Pérez Molina durante la entrevista con Martin Reischke
El expresidente Otto Pérez Molina durante la entrevista con Martin ReischkeImagen: DW/M. Reischke

En el pasado, Usted ha sido señalado por su papel como general del ejército durante el conflicto armado interno en el Íxil, una de las áreas más afectadas por las masacres cometidas por el ejército. Sin embargo, no cayó por su historia militar, sino por un supuesto acto de corrupción. ¿Cree que para los guatemaltecos es más importante la corrupción que la memoria histórica?

Diría que para algunos sectores que fueron los que levantaron el tema, sí es más importante. Pero para los guatemaltecos en sí, la preocupación es otra. Ni la memoria histórica, ni la corrupción. Estos son temas de las élites aquí en la capital que viven bien, que comen bien y que tienen los recursos para dedicarse a estas cosas, pero la gran mayoría de los guatemaltecos hoy apenas tiene para comer – esa es su gran preocupación. Que no tiene una posiblidad de que su hijo vaya a tener un mejor destino en el futuro – esa es su preocupación. No es con los dos temas que me menciona que se van a resolver los grandes problemas del país.

Pero la lucha contra la corrupción está estrechamente ligada al funcionamiento de un Estado.

Lo que han hecho es señalar la corrupción y por supuesto hay que luchar contra la corrupción. Pero no es ese el verdadero problema. El verdadero problema es que no se pagan los impuestos.

Es irónico que Ud. diga eso, siendo señalado por actos de corrupción.

Es un problema, no lo niego, porque pueden decir que como a mí me señalaron por eso digo que no es un problema. No, es un problema y hay que combatirlo. Pero todo el mundo ha agarrado como bandera hoy el tema de la corrupción, porque a todos les interesa. A los políticos porque con eso creen que ganan votos. A los de la iniciativa privada, porque con eso se mantienen sin pagar impuestos. Y ellos dicen: No hay que poner impuestos, hay que combatir la corrupción. A muy pocos sectores les interesa que verdaderamente haya una tasa impositiva, que deba de duplicarse lo que hoy se paga de impuestos en el país. Y todo el mundo tiene excusas para que no se suban estos impuestos. Pero con un 10.5% como tasa impositiva el país es inviable. Puede cambiar el presidente, pero así el país sigue siendo inviable.

Bajo su presidencia sí se aprobó una reforma fiscal, ¡pero tampoco subió la tasa impositiva!

Hicimos los esfuerzos, pero la reforma tuvo 80 inconstitucionalidades. ¿Quién las puso? ¡El sector privado!

¿Cree que el nuevo Presidente Jimmy Morales es capaz de enfrentar esta situación?

El presidente tiene un año tremendamente complicado, porque no tiene los recursos para poder gobernar como debería hacerlo. Y eso le va a causar un desgaste muy fuerte por las demandas que la población le está pidiendo y él no va a poder dar las respuestas. No porque no quiera, sino porque no tiene cómo hacerlo para dar estas respuestas.

Los guatemaltecos dicen que por lo menos funciona el sistema de Justicia, ¡siendo Usted el vivo ejemplo!

Esto de que yo esté aquí es circunstancial, es por otro tipo de intereses, eso no es porque la Justicia funcione. Y ahí es donde nos han llevado a tomar equivocadamente en la opinión pública, creyendo que las cosas están cambiando y creyendo que se cambió a una persona, se cambió el partido, y que van a cambiar las cosas en el fondo. No van a cambiar en el país, se lo puedo garantizar. Es triste decirlo, pero es la realidad que hoy tiene Guatemala.