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Opinión: fallo del TJUE es bofetada para la UE

Martin Muno6 de octubre de 2015

El Tribunal de Justicia de la Unión Europea invalidó el acuerdo de transferencia de datos personales a EE. UU. En opinión de Martin Muno, se trata de una decisión correcta que llega a destiempo.

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Imagen: imago/bonn-sequenz

Cuando se trata de los derechos civiles, la Unión Europea (UE) muchas veces se comporta como los tres famosos monos: no quiere ver, oír ni decir nada. Como muestra un botón: la historia del llamado acuerdo “Puerto Seguro”.

Hace 15 años, la Comisión Europea decidió que EE. UU. era un puerto seguro para los datos personales, es decir que los datos a partir de los cuales se puede identificar a una determinada persona gozan de suficiente protección en ese país. El hecho de que en EE. UU. nunca existió una reglamentación sobre la protección de datos personales no fue ningún obstáculo: la UE se dio por satisfecha con unos cuantos compromisos vagos de las cerca de 4.400 empresas afectadas. Ni siquiera fue necesario presentar pruebas, la UE no llevó a cabo ningún control; el departamento estadounidense responsable muy pocos.

Hasta hoy día, el acuerdo “Puerto Seguro” había sido la base legal del flujo transatlántico de datos. Cabe destacar que no solo se trata de búsquedas en Google o de los estatus de usuarios de Facebook, sino de una gran cantidad de datos que guardamos en nuestros teléfonos inteligentes, incluyendo, por ejemplo, la huella digital con la que desbloqueamos nuestro iPhone.

Martin Muno, redactor de DW.
Martin Muno, redactor de DW.Imagen: DW

El acuerdo era una farsa

A más tardar tras las revelaciones de Edward Snowden, es de conocimiento público que el acuerdo era una farsa, puesto que el servicio de inteligencia estadounidense NSA prácticamente tenía acceso ilimitado a estos datos. De hecho, varios encargados nacionales de protección de datos e incluso el Comisario Digital de la UE, Andrus Ansip, habían reconocido que algo no cuadraba. Sin embargo, no hubo consecuencias.

El austriaco Maximilian Schrems, de 27 años, se negó a aceptar esta situación y presentó una demanda ante varias instancias hasta llegar a la Corte de Justicia de la Unión Europea (TJUE). El hecho de que ahora se le haya dado la razón de forma tan inequívoca solo puede ser interpretado como una fuerte bofetada para todos aquellos que seguían defendiendo el acuerdo “Puerto Seguro”.

No obstante, este fallo no solo es importante porque, tras tres lustros, desenmascara lo absurdo de una práctica legal. También es importante porque en la actualidad la UE y EE. UU. están negociando un nuevo acuerdo “Puerto Seguro”. Según lo que se escucha en Bruselas, ese acuerdo estaría a punto de cerrarse. Ahora los jueces del TJUE subieron visiblemente el listón para el nuevo acuerdo: también en el intercambio intercontinental de datos se deben respetar los derechos fundamentales, que protege el artículo 8 de la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE. Nosotros, los usuarios de datos, deberíamos estar agradecidos.