Mundial, currywurst y cervezas

El 9 de junio se acerca con grandes pasos y el sector turístico y gastronómico alemán ya se alegra de poder recibir pronto a millones de huéspedes de todo el mundo. "Estamos convencidos de lograr grandes impulsos para el turismo en Alemania a través del Mundial 2006. El evento aportará entre 9 y 10 mil millones de euros al Producto Interior Bruto", estima Petra Hedorfer, gerenta de la Oficina Alemana para el Turismo.

Durante el Mundial de Fútbol, el sector turístico alemán cuenta con unas 4,8 a 5,5 pernoctaciones adicionales, un incremento de 1,7 por ciento. Sin embargo, el sector planea a largo plazo. Con unos 20 millones de turistas extranjeros al año, Alemania sigue estando muy detrás de Francia, por ejemplo, que atrae tres veces más turistas del extranjero. Por lo tanto, los responsables no se concentran sólo en los hinchas y aficionados sino también en los televidentes en todo el mundo.

Turistas dejarán unos 800 millones de euros

"Los Mundiales de fútbol se convirtieron en eventos globales. 40 mil millones de televidentes en todo el mundo seguirán este evento desde sus casas. Esto significa una oportunidad singular para presentarnos ante el mundo", explica Hedorfer.

Entre el 9 de junio y el 9 julio, Alemania no quiere presentarse únicamente como un buen anfitrión y organizador sino también como un país atractivo para el turismo del futuro. Desde la Catedral de Colonia y otras joyas históricas hasta la salchichas currywurst son parte de la oferta.

El pastel a repartir es grande. Los aficionados no vendrán a Alemania para ver sólo uno o dos partidos, sino que se gastarán durante su estancia aproximadamente unos 800 millones de euros. "Durante las cuatro semanas de este evento de primer orden, el mundo no sólo se fijará en los estadios de fútbol, sino también en lo que está alrededor. Tomará nota de Alemania como potencia económica y como destino turístico", opina Andreas Herren, portavoz de la FIFA en Alemania.

Currywurst para todos

Para asegurar que la fiesta del fútbol no se limite exclusivamente a los estadios, se montarán en los centros de las grandes ciudades pantallas de gran tamaño para todos aquellos que no consiguieron entradas a los estadios. Public Viewing es la palabra mágica y los dueños de los derechos de transmisión ya lo aprobaron. "Hemos encontrado una solución que permite montar esas pantallas no sólo en las ciudades del Mundial sino también en muchas otras", cuenta Andreas Herren.

La cosa está bien pensada. Hinchas, turistas y aficionados de todos los países del mundo reunidos en plazas públicas en Alemania y festejando los partidos con banderitas cantos y abrazos: éstas son las imágenes que los responsables quieren transmitir al mundo. Ojalá que a Alemania no se le acaben las currywurst.