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Realidad acústica alemana

Eva Usi7 de enero de 2013

El artista mexicano Israel Martínez concluyó en Berlín una estancia creativa de seis meses con una exposición que ilustra acústica y visualmente su deambular por la ciudad y su "estar con el oído atento".

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Estrellas del momento.
Imagen: Israel Martínez

Israel Martínez es una especie de reportero acústico y gráfico que percibe su entorno a través de sonidos y, a partir de ellos, construye la imagen. Este artista multidisciplinario, nacido en Guadalajara, México, en 1979, fue invitado por el Programa de Artistas del Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD) para vivir y trabajar en la capital alemana durante seis meses. El resultado puede verse en la galería de la DAAD situada en el corazón de Berlín, muy cerca del llamado Checkpoint Charlie, el paso fronterizo diplomático durante la división alemana entre Berlín Oriental y Occidental.

Desde junio pasado, Martínez se dedicó a explorar las calles de Berlín en busca de sonidos y ruidos que llamaran su atención, que despertaran su imaginación provocando imágenes, propuestas visuales. Sus oídos se convirtieron en antenas que lo guiaron por el mundo. La exposición titulada “spend time, waste time” busca responder a la interrogante sobre qué es “perder” el tiempo y que es “pasar” el tiempo, una disyuntiva casi filosófica entre desperdiciar y disfrutar el tiempo, el bien humano más preciado e intangible.  Renunciar al tiempo “redituable” que pasamos trabajando a cambio de dejar pasar el tiempo sin otra expectativa que simplemente vivir. 

En torno a esta temática principal, el artista se dedicó a observar cómo la gente se relaciona en los espacios públicos, cómo invierte su tiempo y, aunque no está de vacaciones, disfruta al generar una buena relación entre sí en los espacios comunes. “Eso es algo que hemos perdido en los últimos años en México debido al aumento de la violencia y la criminalidad. Tenemos poca disposición para convivir con otras personas en espacios públicos”, advierte.

Un plácido pueblo bávaro antes de ser violentado por el paso de un tren bala.
Un plácido pueblo bávaro antes de ser violentado por el paso de un tren bala.Imagen: Israel Martínez

Ejercicios sonoro-visuales

En Berlín el artista se dedica a hacer lo que él llama “ejercicios sonoro visuales”, que son críticos y a la vez poéticos. En el centro de la muestra se ven dos grandes pantallas sobre el piso con obras en constante repetición. En una se ve a un plácido y soleado poblado de Baviera, repentinamente violentado por el paso de un tren bala. La velocidad es de tal magnitud que atraviesa el aire formando olas que hacen vibrar la imagen y el cuerpo entero del artista. “Lo que hice en el estudio fue jugar con el audio. Si prestas atención se percibe el viento en la parte auditiva”, esta observación del artista se ve interrumpida por el intempestivo ruido de helicópteros que son transmitidos (sin imagen) a través de cuatro bocinas instaladas en la sala.

Israel Martínez cuenta que en Zapopan, Jalisco, donde actualmente vive, el sonido de helicópteros -como parte del patrullaje de seguridad del Gobierno federal en la lucha contra el crimen organizado- ha sido similar. Es una “intervención acústica cotidiana”, dice.  El artista viajó a Londres en septiembre pasado, cuando tenían lugar en la capital británica los Juegos Paralímpicos, ahí encontró nuevamente el abrumador ruido de helicópteros que intimidaban y molestaban a los habitantes. “Los vecinos se quejaban y demandaron al Gobierno porque su entorno había cambiado”, cuenta.

En la muestra, el sonido de helicópteros interrumpe acústicamente en el espacio cada seis minutos y dura unos dos minutos. Otra de las obras muestra a unos atléticos surfistas, hombres y mujeres que se deslizan sobre una ola interminable. Fue grabada en el centro de Munich, en el Jardín Inglés para ser exactos. “Yo escuché un sonido de agua muy potente y me acerqué al canal, y fue una experiencia muy exótica ver a estos surfers en medio de la ciudad", afirma. El artista cerró la imagen descontextualizando la escena de manera que parece que estuviera filmada en el mar. “Para mí es una ensoñación, y lo que trato es, a partir de esas experiencias cotidianas que pasan desapercibidas, hacer una reflexión sobre ellas y llevarlas hacia otro plano, al de la metáfora, incluso de la poesía”, afirma.

Olas en el centro de Múnich.
Olas en el centro de Múnich.Imagen: Israel Martínez

Imágenes y sonidos que desconciertan

En la sala se ve un tríptico que desconcierta al visitante. La imagen, aparentemente, no tiene que ver con el sonido. Se ve a una persona limpiando el piso, pero a través de los audífonos se escucha una voz de tenor cantando a pulmón lleno. “Estaba en Praga ante un edificio gubernamental y no había paso, pues eran pasadas las seis de la tarde. Escuché a un hombre cantando y me pareció algo muy bello que alguien brindara un Bel Canto mientras hacía la limpieza", dice. Eso es lo que cree o se pregunta el espectador, sin embargo quien hace la limpieza es una mujer, pero la imagen está tomada de tal manera que solo se ven los pies y el trapeador. Las otras dos obras del tríptico fueron grabadas en Oaxaca y son igualmente desconcertantes.

Otra de las joyas de la muestra es un documental auditivo y visual sobre músicos callejeros en Berlín que despierta la curiosidad por saber más sobre los protagonistas. Durante su periplo europeo el artista reunió una base de imagen y audio sobre un centenar de artistas de la calle, pero en exhibición se ve una secuencia de doce de ellos, la mayoría en Berlín. La pieza se llama “Sucess” (éxito) y el artista se pregunta en ella qué es el éxito.  “Muchas veces no se tienen los medios para hacer una carrera académica o próspera en el sentido comercial, pero, al mismo tiempo, los músicos callejeros graban ellos mismos sus discos y los venden en la calle. Sobre todo en el verano logran ganar más dinero que los artistas establecidos que tocan en clubes y bares”, afirma.

El artista jaliciense Israel Martínez.
El artista jaliciense Israel Martínez.Imagen: Mariana Ampudia

Documental sobre músicos callejeros

Los músicos aparecen como protagonistas y estrellas del momento, que sonríen y posan con desparpajo ante la cámara creyendo que quien los graba es un turista más, como los integrantes gitanos de una banda que recorren las calles de Berlín y son, entretanto, celebridades de la calle. La pieza de 20 minutos de duración fue grabada desde el anonimato y totalmente al azar. Un dueto de cantantes de ópera hace gala de la voz humana como el instrumento musical más bello de todos, mientras que un trío interpreta música del mundo a los pies del reloj mundial en Alexanderplatz. Otra escena muestra a un hombre vestido pobremente, tocando un clarinete en un jardín desierto con espectaculares edificios de fondo.

El artista está prácticamente con un pie en el estribo y afirma estar contento por volver a ver a su familia y amigos. Sin embargo reconoce sentir incertidumbre, como se ha sentido desde el 2010, cuando Guadalajara se convirtió en objetivo de operativos en contra del crímen organizado. “Los últimos años han sido muy difíciles a raíz del aumento de la violencia. Como muchas ciudades del norte de México, Guadalajara se ha ido transformando a partir del incremento de la delincuencia organizada, relacionada con el narcotráfico”, afirma. Desde la captura y muerte de uno de los capos del Cártel de Sinaloa, Rafael Coronel, el negocio se lo disputan líderes jóvenes que libran una lucha encarnizada entre sí para apropiarse de dicha plaza.

Autora: Eva Usi

Edición: Cristina Papaleo