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Merkel no quiere más poder para la Comisión Europea

2 de junio de 2013

En una entrevista con el semanario Der Spiegel, la canciller alemana habló de actualidad, economía y poder.

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Imagen: Getty Images

La palabra de la canciller Angela Merkel pesa mucho en Europa. Por eso su entrevista con Der Spiegel es tan importante, en especial cuando plantea situaciones de candente actualidad para la Unión Europea. La política de la CDU dijo que no quiere que la Comisión Europea tenga más poder y aseguró que concuerda con Francia en que los gobiernos de la UE deben coordinarse mejor en materia económica.

Y cuando habla de eso, “estamos pensando, por ejemplo, en los mercados laborales y los sistemas de pensiones, pero también en la política social y fiscal. La coordinación en política económica en Europa es muy débil, debe ser reforzada y es bastante diferente a dar más competencias a Bruselas”, dijo. “No veo la necesidad de entregar más poderes a la Comisión”, añadió.

Los comentarios de Merkel sobre la Comisión, conocidos este domingo (02.06.2013), podrían causar malestar entre algunos miembros de la UE de menor tamaño que consideran al Ejecutivo supranacional un defensor de sus intereses en una Europa que, de otro modo, vería sin contrapesos cómo los países pequeños quedan aplastados por las influencias de los países de mayor tamaño.

Todos en el mismo barco

Las palabras de Merkel se suman a las del presidente de Francia, François Hollande, quien el pasado jueves (30.05.2013) también arremetió contra el Ejecutivo de la UE por sus detalladas propuestas sobre cómo reformar la economía gala, diciendo que la comisión no podía "dictar" las reformas a los estados miembros. Su tono nacionalista irritó no solo a

Bruselas, sino también a algunos estados miembros en la coalición de la misma Merkel.

La canciller también habló de las medidas de austeridad y admitió que las reformas exigidas a los países del sur de Europa para sanear sus presupuestos "implican un gran costo y plantean cuestiones de justicia”, al tiempo que recordaba que los gobiernos elegidos en esos países “son nuestros socios. Mis colegas griegos, españoles y portugueses están todos legitimados democráticamente para implementar sus reformas", agregó.

La autoridad advirtió que “para nosotros en Alemania muchas cosas dependen de lo que ocurra en Portugal, Grecia o España. Estamos todos en el mismo barco, y ningún país europeo puede ser fuerte por mucho tiempo si a los otros les va mal”. Además, aseguró que “como canciller quiero lo mejor para Alemania y para Europa, porque estoy convencida de que el bienestar de Europa en 20 años depende de cómo nos preparamos ahora”.

DZC (dpa, Reuters)