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Masoud, de víctima del EI a cazador de terroristas

Frank Hofmann
11 de agosto de 2017

Masoud Aqil fue prisionero del Estado Islámico en Siria. Cuando finalmente escapó a Alemania, este kurdo descubrió que algunos terroristas también habían huido a Europa, y comenzó a identificarlos y perseguirlos.

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Masoud Aqil rinde homenaje a las víctimas del ataque terrorista al mercadillo navideño en la Breitscheidplatz, de Berlín.
Masoud Aqil rinde homenaje a las víctimas del ataque terrorista al mercadillo navideño en la Breitscheidplatz, de Berlín. Imagen: DW/F. Hofmann

Entre 2014 y 2015 Masoud Aqil fue prisionero de los islamistas en seis diferentes cárceles en Siria. Aqil fue secuestrado junto con su colega Farhad el 15 de diciembre de 2014, cuando iba camino a una entrevista dentro del área kurda dominada por las Unidades de Liberación Popular Rojava, en el noroeste de Siria.

Los periodistas Masoud y Farhad Hamo llevaban 20 meses reportando, casi todos los días, desde las zonas kurdas de Siria para su estación de televisión sobre política, problemas sociales y el desarrollo de la guerra.

La dirección del Kurdistán sirio estaba estabilizando su territorio para establecerse como el principal opositor a las milicias yihadistas con una zona respaldada por el PKK en la vecina Turquía.

Es un secreto a voces que los kurdos turcos han apoyado con armas a sus hermanos en Siria. Hoy, los kurdos combatientes en Siria, las llamadas "Unidades de Protección de las Personas" (YPG) hacen parte de la alianza antiterrorista occidental, liderada por Estados Unidos.

Su conocimiento del desarrollo del llamado Estado Islámico vale oro. Los islamistas recrutaron fácilmente a las comunidades porque vivían en la absoluta miseria en el desierto, olvidados por el régimen de Al Assad.

Los periodistas Masoud Aqil y Farhad Hamo vivieron un verdadero martirio de amenazas y tortura. Ellos conocieron de primera mano cómo pensaban los líderes del EI, reclutados de las élites del Baath, el partido derrocado de Saddam Hussein, en el vecino Irak.

"En la cárcel de Al-Schaddadi, el carné de prisionero me lo entregó un terrorista de Túnez", cuenta Aqil.

Cuando la arrogancia mata

También los terroristas cometen errores: "Las charlas con yihadistas me permitieron recolectar en las prisiones muchos datos que me sirven ahora para identificar a los terroristas que huyeron a Alemania en 2015 y 2016".

Masoud sobrevivió a la tortura 280 días hasta que salió libre, gracias a un intercambio de prisioneros, y huyó a Alemania.

Informaciones para las autoridades alemanas

Las informaciones de Masoud son precisas, y el psicoterapeuta Ene Kizilhan las ha avalado como "fidedignas". Kizilhan es profesor de la Universidad de Baden-Wurtemberg y asiste a mujeres kurdo-yazidíes, que fueron víctimas del secuestro masivo y las violaciones de los yihadistas.

El martirio agudiza la memoria: Masoud Aqil memorizó muchos nombres de terroristas. A finales de este mes aparece su libro*, escrito junto con el periodista Peter Köpf, en el que explica por qué desafía a los yihadistas: "No quiero que esos monstruos hagan de Alemania otro país en donde reine la ley del terror".

*Masoud Aqil: "Están en medio de nosotros. De cómo escapé de la tortura del Estado Islámico y cómo este me persigue hasta en Alemania". Editorial Europa

Frank Hofmann (jov/vt)