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Los mundiales ampliados de la FIFA: política y dinero

Enrique López Magallón
10 de enero de 2017

La FIFA decidió de manera unánime aumentar el número de paticipantes en los mundiales de fútbol a partir de 2026. Las razones tienen poco que ver con el deporte mismo.

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Deutschland | Fußball-Nationalmannschaft - Weltpremiere Film "Die Mannschaft"
Imagen: picture-alliance/dpa/J. Carstensen

La ampliación de participantes en los campeonatos mundiales de fútbol es un recurso conocido dentro de la FIFA. El primer mundial, realizado en Uruguay, contó con la participación de 13 selecciones nacionales. A partir de Joao Havelange, quien rigió los destinos de la FIFA de 1974 a 1998, todos los presidentes han impulsado una ampliación. El brasileño lo hizo en 1982, cuando en el Mundial de España aumentó de 16 a 24 el número de selecciones participantes, mientras que Joseph Blatter hizo lo propio en el certamen disputado en Francia, en 1998.

Al igual que Blatter, Gianni Infantino, el actual presidente de la FIFA, propuso y dispuso un incremento. A partir del mundial de 2026, serán 48 y no 32 los conjuntos nacionales en la lucha por la Copa del Mundo. Pero ningún presidente de la FIFA ha tomado tal decisión conforme a un criterio estrictamente deportivo.

Propósitos específicos

Joao Havelange, presidente de la FIFA 1974-1988
Joao Havelange, presidente de la FIFA 1974-1988Imagen: picture-alliance/dpa

Históricamente, las ampliaciones en la base de selecciones participantes en los mundiales se pueden explicar en dos palabras: política y dinero. Permitir más selecciones en los mundiales equivale a incrementar los comensales del jugoso pastel que representa para federaciones nacionales, y para la propia FIFA, el ingreso por derechos de transmisión. Mientras más países estén involucrados, más socios comerciales habrá por este y otros muchos conceptos.

Del mismo modo, una mayor participación mundialista implica reforzar la posición del presidente ante las federaciones. Además, esto abona un campo político propicio para las futuras reelecciones dentro del organismo. No es casualidad que 1982 y 1998, años de las reformas de Havelange y Blatter, hayan coincidido con periodos electorales dentro de la FIFA.

En el caso de Gianni Infantino, la ampliación, lograda de manera unánime dentro del Consejo de la FIFA, cimenta una presidencia nacida de tiempos turbulentos, tras la defenestración de Blatter por diversas acusaciones de corrupción en su entorno.

Finalmente, se trata de dinero. En una época en la cual la FIFA sufre una acentuada crisis de credibilidad, el organismo espera recibir un estimado de 1.000 millones de dólares adicionales, por torneo mundialista, a partir de 2026.

¿El fin del mundial clásico?

Sin embargo, la reforma de Infantino podría ser otro clavo en el ataúd del concepto del mundialismo clásico. Con la decisión de este martes, los mundiales contarán con una participación asegurada de cerca de 21 por ciento del total de federaciones afiliadas a la FIFA. Difícil será hablar entonces de un torneo de élite mundial. Infantino argumenta que la afición por el fútbol llegará a más países. Pero en este afán, ¿qué pasará con aquellos puntos del planeta en los cuales el fútbol está profundamente arraigado?

Por lo pronto, Europa fue la que presentó mayor resistencia a la reforma de Infantino. Son conocidas las declaraciones en este sentido de Karl-Heinz Rummenigge, directivo del Bayern Múnich, quien teme que mundiales más abultados redunden en mayor desgaste para los jugadores más caros del mundo.

Joseph Blatter
Blatter también amplió los mundiales, y su base de simpatizantesImagen: AP

Oposición alemana

"Entendemos que esta decisión se tomó basándose en razones políticas en vez de deportivas y bajo una considerable presión política, algo que la European Clubs Association considera desafortunado", indicó en un comunicado la organización presidida por Rummenigge.

 "Creo que el formato actual de 32 equipos sigue siendo bueno y no puede ganar mucho desde el punto de vista puramente deportivo con una expansión", señaló Joachim Löw, seleccionador de la actual campeona del mundo.

"Si lo que se pretende es acabar con el Mundial entonces hay que seguir por el mismo camino. No lo entiendo. Ese ya no es mi Mundial", agregó a su vez Berti Vogts, legendario exseleccionado alemán y extécnico del equipo nacional germano.

Ninguna de esas consideraciones vulneró la unanimidad con la que el Consejo de la FIFA decidió aumentar el número de participantes en copas del mundo a partir de 2026. Fue una votación como en tiempos de Havelange o Blatter. A todo esto, Infantino respondió este martes: "Prefiero concentrarme en lo positivo".